Este pasado domingo 12 de enero, algo inusual ocurrió en un cajero automático de la tienda Alsuper en Camargo, Chihuahua. No hubo cristales rotos, ni signos de forcejeo, nada que indicara un robo convencional. Fue hasta este miércoles que se descubrió la falta de 1.8 millones de pesos.
El hallazgo se produjo gracias a un sistema de monitoreo remoto de la red Panamericano, que detectó una falla en el cajero el mismo domingo. Aunque la alerta se disparó, la magnitud del problema pasó desapercibida hasta la llegada de los técnicos de mantenimiento. El cajero estaba completamente vacío.
La investigación, llevada a cabo por la Policía Municipal, la Agencia Estatal de Investigación y la Fiscalía General del Estado, se centra ahora en determinar la causa de este robo tan peculiar. La ausencia de signos de violencia sugiere la posibilidad de un robo interno, tal vez orquestado por alguien con acceso privilegiado al sistema del cajero.
Las autoridades están revisando las grabaciones de las cámaras de seguridad de Alsuper y del sistema C7 de Camargo para identificar a los responsables. Este análisis meticuloso de las imágenes buscará revelar detalles cruciales que podrían pasar inadvertidos a simple vista.
Entre las líneas de investigación, se encuentra la posibilidad de una falla de seguridad interna, una complicidad de personal o incluso un sofisticado esquema de hackeo remoto. La falta de evidencia física complica el proceso, exigiendo un análisis exhaustivo de las transacciones y registros del cajero, además de las imágenes de vigilancia.
Mientras las autoridades continúan con la investigación, la pregunta que persiste es: ¿cómo lograron vaciar un cajero automático sin dejar rastro aparente? La respuesta, sin duda, revelará una historia sorprendente.