Cerca de las 6:00 AM, la tranquilidad matutina se vio interrumpida. Vecinos de la zona, acostumbrados al bullicio cotidiano, notaron algo fuera de lo común emanando de un local en la intersección de las calles Héroes del 47 y Florencio Antillón. La fuente: un negocio de renta de autos, un lugar donde usualmente solo se escuchan el suave ronroneo de motores y el tintineo de llaves.
Rápidamente, las llamadas de emergencia alertaron a las autoridades. Unidades de Bomberos Nuevo León, Protección Civil del Estado y la policía municipal se movilizaron con rapidez. La escena que les aguardaba era crítica: una densa columna de humo negro se escapaba del local, indicando un incendio en desarrollo. Para acceder al interior, los bomberos tuvieron que recurrir a equipo especializado para cortar la resistente cortina de acero.
Una vez dentro, se encontraron con la fuente del problema: un vehículo en llamas, ubicado al fondo de la bodega. El trabajo de sofocación fue inmediato y preciso, evitando que las llamas se propagaran a otras unidades o al resto del edificio. Como medida de precaución, y para garantizar la seguridad de los habitantes de la zona, se implementó un cierre vial en la cuadra.
Afortunadamente, “no se registraron personas heridas, solamente daños materiales,” confirmaron las autoridades. El incidente, aunque alarmante, no dejó víctimas personales, lo que alivia la situación. El suceso está bajo investigación para determinar la causa del incendio.
La mañana en el Barrio Antiguo, a pesar del incidente, regresó a su ritmo habitual. Los aromas del café volvieron a predominar, pero sin duda, el recuerdo del humo negro permanecerá, un recordatorio silencioso de la fragilidad de lo cotidiano.