El reporte oficial, proveniente de la Secretaría de Seguridad Pública de Tampico Alto, detalla el hallazgo de un cuerpo sin vida en la localidad de Papanes. El agente municipal de Cabo Rojo, Urias Alberto Cruz Gonzáles, fue quien alertó a las autoridades sobre el suceso.
La investigación condujo a la localidad de Jabonera, donde el equipo de rescate, con la ayuda del agente municipal en su embarcación, localizó el cuerpo. El comandante de la Policía Ministerial de Pueblo Viejo, oficial Jair Cruz Contreras, y el médico forense Pedro Orlando Fernández Ramos, encabezaron la operación.
El testimonio clave provino de Cristian Guadalupe Cruz Soto, de 23 años, hijo del fallecido. "Mientras pescábamos con mi padre, Rosalino Cruz Villalobos, y con Isabel Reyes Santiago, la embarcación empezó a hundirse debido a la fuerte marea", declaró Cristian. Su relato describe una lucha desesperada contra las inclemencias del tiempo.
Cristian y Reyes Santiago lograron ser rescatados por Benito Pérez Alonso, tío de Cristian, quien llegó al lugar tras una llamada de auxilio. Sin embargo, Rosalino Cruz Villalobos, de 44 años, fue encontrado sin vida al ser sacado del agua.
El cuerpo fue trasladado al SEMEFO de Pánuco para la autopsia correspondiente. Aunque la causa oficial aún está pendiente, la hipotermia relacionada con la intensa onda gélida es una hipótesis fuertemente considerada. El caso pone en relieve los riesgos que enfrentan los trabajadores del mar en condiciones climáticas extremas.
La tragedia en la laguna de Tamiahua sirve como un crudo recordatorio de la fragilidad humana ante la fuerza de la naturaleza, una lección que resuena especialmente en las comunidades costeras de México, donde la vida y el sustento dependen en gran medida del mar.