La Cruz Roja Mexicana en Culiacán, una institución fundamental para la salud de la comunidad, se vio obligada a suspender sus servicios durante varias horas tras un hecho que sacudió a la ciudad. El escenario: la colonia El Barrio. La víctima: un hombre identificado como Antonio.
Según los reportes, paramédicos de la Cruz Roja trasladaban a Antonio a un hospital cuando fueron interceptados por sujetos armados. El resultado: un ataque directo que culminó con la muerte del paciente en la ambulancia. La situación obligó a la Cruz Roja a tomar la difícil decisión de suspender sus servicios de atención a heridos por arma de fuego, dejando una profunda preocupación en la población.
En medio de la conmoción, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Sinaloa emitió un comunicado explicando la situación. Su vocera, Verona Hernández, señaló la complejidad de la tarde: “sucedieron tres eventos al mismo tiempo”, justificando la tardanza en la respuesta policial debido a la alta demanda de atención en otros incidentes simultáneos. La SSP destacó el protocolo de seguridad para traslados de heridos, pero los hechos demuestran una falla en la coordinación y una grave deficiencia en la respuesta a la emergencia.
La situación ha generado un debate sobre la seguridad de los equipos de primeros auxilios y la necesidad de mayor coordinación entre las instituciones de seguridad y los servicios médicos de emergencia. Los paramédicos involucrados, según medios locales, recibieron apoyo psicológico para procesar el traumático evento. La reanudación parcial del servicio de la Cruz Roja, limitando la atención a casos que no involucren heridas de bala, es un reflejo de la fragilidad de la situación y la necesidad de fortalecer las medidas de seguridad para todos.