El ambiente, usualmente bullicioso en la unidad habitacional “Cabeza de Juárez”, parecía inusualmente silencioso. Fue en ese contexto que se descubrió el cuerpo de un joven, entre 20 y 25 años, tendido junto a las canchas de baloncesto. Su ropa, jeans azul claro, una chamarra del mismo color y botas color camel, contrastaba con la gravedad de la escena. Heridas por arma blanca en el abdomen y el costado izquierdo del tórax eran las marcas de un violento suceso.
Los primeros en llegar fueron los paramédicos, quienes, tras una breve revisión, confirmaron lo inevitable: el joven ya no presentaba signos vitales. La noticia se esparció rápidamente entre los vecinos, generando una mezcla de conmoción e incredulidad.
La llegada de las autoridades marcó el inicio de una investigación exhaustiva. Se acordonó la zona, se inició la carpeta de investigación y se procedió al levantamiento del cuerpo para su traslado al Ministerio Público. El trabajo de los peritos se centró en la recolección de evidencia, incluyendo un minucioso análisis de la escena del crimen.
Un punto clave de la investigación se enfoca en el análisis de las cámaras de vigilancia ubicadas en los edificios de la unidad habitacional. Las imágenes podrían proporcionar información crucial para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Se espera que este material, junto con los testimonios de los vecinos, permita reconstruir los momentos previos al trágico hallazgo.
La ubicación exacta del cuerpo, a un costado de la cancha, en la parte baja, cerca de unas macetas, también se considera un dato importante para la investigación. Cada detalle, por pequeño que parezca, podría ser la pieza clave para resolver este caso.