El pasado miércoles, alrededor de las 4:20 de la tarde, la tranquilidad de la zona de Colegio Civil se vio interrumpida. Un operativo policial, desencadenado por un incidente previo –un tiroteo que dejó tres hombres heridos en el centro de la ciudad–, llevó a la detención de un individuo.
El detenido, un menor de apenas 15 años, se encontraba, según el reporte policial, alterando el orden público. Al ser abordado por las autoridades, hizo caso omiso a las indicaciones para calmarse. Esta actitud, sumada a la situación de emergencia, llevó a los oficiales a realizar una revisión.
Fue durante esa revisión que se descubrió que el joven portaba siete bolsas transparentes tipo ziploc con una sustancia vegetal verde que, según las primeras pruebas, coincide con la marihuana. Esto agregó un nuevo capítulo a la situación, cambiando radicalmente la narrativa del incidente.
Tras el hallazgo, el menor fue trasladado a las instalaciones de la Policía de Monterrey y puesto a disposición de las autoridades correspondientes. "El procedimiento se siguió conforme a los protocolos establecidos para menores de edad involucrados en este tipo de situaciones", comentó una fuente cercana a la investigación, aunque se mantuvo la reserva sobre detalles específicos del caso.
El incidente, que comenzó con un tiroteo, culminó con la detención de un menor en posesión de presunta marihuana. Los detalles del caso, particularmente la conexión entre el tiroteo y la posesión de drogas por parte del menor, se mantienen bajo investigación, aunque se espera más información en los próximos días. El incidente resalta la compleja interconexión entre la violencia urbana, el consumo de drogas y la problemática juvenil en Monterrey.