En medio de este clima de tensión, la figura del alcalde, Juan de Dios Gámez Mendívil, se ha visto envuelta en una polémica luego de una sesión de cabildo particularmente tensa. La regidora del PRI, Erika Sánchez Martínez, elevó su voz para cuestionar la respuesta del alcalde ante la tragedia de dos menores, Gael y Alexander, asesinados el pasado 23 de enero.
Sánchez Martínez denunció públicamente la falta de atención del alcalde a la familia de las víctimas durante una manifestación. “Lo que sí nos consta es que rehuiste a tu responsabilidad de atender a toda la sociedad,” afirmó la regidora, señalando la aparente contradicción entre la justificación del alcalde – quien alegó estar gestionando el caso de dos policías municipales asesinados ese mismo día – y la falta de evidencia que sustente dicha afirmación. La regidora agregó: “Inconsistencias, incongruencias y responsabilidades que todos registramos desde que gobiernan Culiacán”.
La regidora no se limitó a cuestionar la ausencia del alcalde en la manifestación. También criticó la respuesta general del gobierno municipal a la crisis de violencia, argumentando que no basta con acciones superficiales: “la inseguridad y la crisis de violencia que se vive no se atiende únicamente entregando cheques y condonando cobros.” Sánchez Martínez enfatizó la necesidad de un compromiso más profundo y una comunicación efectiva con la ciudadanía.
Ante las acusaciones, el alcalde Gámez Mendívil prefirió guardar silencio. En su lugar, la regidora morenista Cintia Valenzuela Langarica intervino para defender al alcalde, afirmando que aunque la situación de seguridad es dolorosa, “aviva una determinación de construir un Culiacán más fuerte”. Este contrapunto evidencia las distintas perspectivas y la complejidad del problema en el corazón del debate político local.
El incidente pone de manifiesto las profundas divisiones en el gobierno municipal frente a la grave situación de seguridad que vive Culiacán, dejando al descubierto la necesidad de un debate más amplio y soluciones más contundentes.