La cercanía a la Feria Ganadera, usualmente un lugar de celebración, contrastaba fuertemente con la escena de caos que se desarrollaba. Minutos antes del mediodía, una emboscada contra elementos de la Policía Ministerial del estado de Sinaloa dejó un saldo lamentable. Se confirmó la muerte de un oficial, identificado como Juan, y graves heridas a otro, el jefe de la Unidad de Reacción, Héctor Ricardo Acosta Valenzuela. El enfrentamiento, según testigos, duró aproximadamente cinco minutos, un lapso que pareció una eternidad para quienes lo presenciaron.
El escenario del tiroteo mostraba la crudeza de los hechos: un vehículo blanco acribillado a balazos, otra camioneta con daños en la carrocería y cristales rotos. "Fue algo aterrador," comentó una testigo que prefirió el anonimato, "la gente corría despavorida buscando refugio." La proximidad al supermercado obligó a las autoridades a resguardar a los clientes que se encontraban en el interior y en las inmediaciones, mientras los disparos retumbaban.
Incluso dos vehículos de clientes sufrieron daños colaterales. La rápida respuesta de otras unidades policiales permitió controlar la situación y asegurar el perímetro. Sin embargo, las autoridades aún trabajan para esclarecer los motivos del ataque y dar con los responsables. La investigación se centra en el análisis de las evidencias recolectadas en la escena, incluyendo los vehículos dañados y los casquillos percutidos.
Mientras la ciudad intenta retomar la calma, la investigación continúa. La pérdida de un oficial y las heridas del jefe de la unidad generan incertidumbre. La búsqueda de justicia para las víctimas y la tranquilidad para la ciudadanía son ahora las prioridades.