Cerca de las 3:30 AM, una patrulla de rutina transitaba por las calles Luca Pico y José María Mari. Fue ahí, en la penumbra, donde los oficiales se encontraron con una escena que les heló la sangre: un hombre envuelto en una cobija, inmóvil, con un rastro evidente de sangre.
Tras repetidos llamados sin respuesta, se solicitó apoyo de paramédicos de la Cruz Verde Leonardo Oliva. La confirmación fue desgarradora: el hombre presentaba múltiples heridas de machete en el cráneo. La estimación de los especialistas apuntaba a una muerte ocurrida aproximadamente 30 minutos antes del hallazgo. Tenía, aparentemente, 35 años.
"Aparentemente tendría unos 30 minutos de evolución cadavérica, vecinos refieren que esa esquina es utilizada como punto de reunión de varios jóvenes," declaró un oficial de policía en el lugar, destacando un detalle crucial para la investigación.
El cuerpo fue trasladado al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) para la necropsia de ley. Mientras tanto, la Fiscalía del Estado de Jalisco, especializada en homicidios, inició una carpeta de investigación, abriendo paso a una ardua tarea para esclarecer lo sucedido. No se descarta que la víctima fuera residente de la zona.
La escena del crimen requería un protocolo preciso. Las acciones que debe seguir la policía en estos casos incluyen:
- Delimitar y asegurar la escena del crimen.
- Recolectar evidencia relevante.
- Solicitar servicios periciales.
- Entrevistar a posibles testigos.
- Documentar todo en el Informe Policial Homologado.
El misterio envuelve el caso, dejando interrogantes sobre las circunstancias del asesinato y la identidad del agresor. La investigación se encuentra en curso.