Trump acusa a México de incumplir tratado de agua con Texas: amenaza con aranceles

El foco de la controversia reside en el Tratado de Aguas de 1944, un documento que rige el intercambio de este vital recurso entre ambos países. Recientemente, Donald Trump, a través de su red social Truth Social, lanzó una acusación contundente: México ha incumplido el tratado, debiendo al estado de Texas más de 1.6 millones de metros cúbicos de agua (1.3 millones de acres-pie).
Trump, en un lenguaje directo y con su característico tono, afirmó que esta situación lo obligó a suspender el envío de agua a Tijuana. Además, aseguró que la falta de agua ha afectado severamente a una región de Texas, incluso llevando al cierre del “único ingenio azucarero en la zona,” según sus propias palabras. La amenaza de la imposición de nuevos aranceles a México, ya una constante en sus declaraciones públicas, volvió a resonar con fuerza.
La respuesta mexicana no se hizo esperar. Claudia Sheinbaum, Presidenta de México, aseguró haber enviado una propuesta integral al gobierno estadounidense el miércoles 9 de abril. Esta propuesta, dirigida al subsecretario del Departamento de Estado, incluye medidas a corto plazo para abordar el desabasto.
Sheinbaum reconoció la difícil situación provocada por la sequía prolongada de los últimos tres años, enfatizando que México ha cumplido con el tratado en la medida de sus posibilidades. Afirmó que su administración está trabajando en conjunto con los secretarios de Agricultura, Relaciones Exteriores, y Medio Ambiente para buscar una solución negociada:
“Estoy segura que, como en otros temas, se llegará a un acuerdo,” declaró Sheinbaum.El trasfondo del conflicto trasciende la simple disputa por el agua. Legisladores texanos habían presionado al presidente Trump en marzo para incorporar la cuestión del agua en las negociaciones comerciales con México. El tratado, sin embargo, contempla la posibilidad de compensar el déficit de agua en un plazo de cinco años, un aspecto crucial para comprender la complejidad de la situación actual.
La situación deja en evidencia la fragilidad de los acuerdos internacionales ante las presiones políticas y las crisis ambientales, dejando en el aire la incertidumbre sobre el futuro de la cooperación entre ambos países en un asunto tan crucial como la gestión del agua.