Sheinbaum lanza estrategia integral para combatir el huachicol

En días recientes, la Presidenta Claudia Sheinbaum ofreció detalles sobre la estrategia para contrarrestar el robo de hidrocarburos, comúnmente conocido como "huachicol". El plan, según Sheinbaum, no se limita a una sola área, sino que abarca un enfoque multisectorial y coordinado.
Un elemento clave es el "modelo de trazabilidad reforzado". Este sistema permite un seguimiento completo del combustible, desde su importación –ya sea por Pemex o empresas privadas– hasta su llegada al consumidor final. Esto permite identificar de forma precisa cualquier desviación o irregularidad en el proceso.
Para asegurar la efectividad de esta trazabilidad, se ha creado una mesa interinstitucional que sesiona semanalmente. Esta mesa reúne a representantes de la Secretaría de Energía (SENER), Petróleos Mexicanos (PEMEX), la Procuraduría Federal del Consumidor (PROFECO), la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), y otras entidades relevantes. Su objetivo es la respuesta inmediata ante cualquier anomalía detectada.
El control en las aduanas también se ha reforzado. La Secretaría de Marina (SEMAR), la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y la Agencia Nacional de Aduanas, con la participación activa de mandos militares, trabajan en conjunto para evitar permisos irregulares y el contrabando.
La lucha contra el huachicol también involucra la colaboración internacional. Sheinbaum mencionó la existencia de una estrecha colaboración con Estados Unidos para investigar el trasiego ilegal de petróleo crudo y gasolina refinada entre ambos países, lo que implica una estrategia integral y transnacional.
Además de las acciones preventivas, se realizan operativos para inhabilitar buques que transportan combustible ilegal, clausurar depósitos clandestinos y combatir el robo directo en ductos. Las investigaciones de inteligencia las llevan a cabo la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), SEDENA, SEMAR y la Fiscalía General de la República (FGR).
El éxito de esta estrategia depende de la coordinación interinstitucional y la cooperación internacional. La transparencia y la aplicación efectiva de las nuevas medidas son esenciales para lograr un impacto significativo en la disminución del robo de combustibles en México.