Disturbios en conmemoración de Tlatelolco: Sheinbaum acusa plan violento

"¿Qué buscaban estos grupos que se cubren la cara? ¿Por qué hacen estas manifestaciones en una ciudad de libertades?", cuestionó Claudia Sheinbaum durante su conferencia matutina. La presidenta no solo condenó los actos, sino que deslizó una acusación grave: la violencia fue planeada. Según su versión, el objetivo era fabricar la imagen de un gobierno represor, echando mano de un guion similar al de 1968.
Detrás de las declaraciones hay datos concretos:
Lo que sí dejó claro es que estos hechos no se tratan de una protesta legítima. La narrativa oficial apunta a una estrategia de desestabilización: "Buscan polarizar, pero no lo lograrán". Entre líneas, el mensaje era una advertencia: su gobierno no tolerará acciones que, bajo la bandera de la protesta, deriven en vandalismo.
Mientras tanto, las calles quedaron marcadas por pintas contra el Estado y vidrios rotos. Una postal que, para algunos, revive fantasmas del pasado y, para otros, confirma que ciertos grupos prefieren los disturbios al diálogo.