Phoenix, Az
David Langella, de 43 años de edad, fue sentenciado por un tribunal federal al ser declarado culpable de cazar furtivamente animales nativos del desierto de Arizona y después transportarlos al estado de Alabama donde los vendía a coleccionistas de animales exóticos.
Originalmente, las autoridades arrestaron y acusaron a Langella por cazar furtivamente escorpiones o monstruos de Gila, los cuales son las únicas lagartijas venenosas del desierto de Arizona. Se estima que en mercado negro de animales exóticos, un escorpión podrá venderse por una suma de $2.500. Además del ese reptil escaso, Langella también fue declarado culpable por haber cazado furtivamente un especie de serpiente de cascabel, la cual está protegida por varias leyes federales de protección al medioambiente.
El caso del cazador furtivo se trasladó al municipio de Birminham, localizado en el estado de Alabama y el juez federal Sharon Blackburn otorgó una condena de 4 meses de detención domiciliario y después 3 años de libertad condicional.