Según datos proveídos por la agencia federal de Inmigración y Control Aduanal (conocida por sus siglas en inglés como ICE), dicha agencia, por razones presupuestales, ha concedido la libertad vigilada a aproximadamente 2.200 reos, quienes fueron detenidos originalmente por cometer algún delito mientras que se encontraban en el país ilegalmente. Estas cifras contradijeron información recientemente emitido por la administración presidencial, pues un vocero de la casa blanca había dado a conocer que la actual crisis presupuestaria había resultado en la liberación de solamente “unos cientos de inmigrantes”.
Según una investigación, la cual se llevó a cabo por el Associated Press (una agencia estadounidense de noticias), ICE, durante el mes de febrero, había concedido la libertad vigilada a 2.000 reclusos y se programaba poner en libertad otros 3.000 durante el mes de marzo. El 5 de marzo el comité de judicatura de la cámara federal de diputados también reveló que ICE programaba, por razones presupuestales, poner en libertad 3.000 reos durante el mes de marzo, pues el 14 de marzo John Morton, quien funge como director de ICE, durante una comparecencia ante el congreso federal, confirmó que fue necesario liberar 2.000 inmigrantes ilegales. Morton agregó que su agencia obvió informar la casa blanca y la secretaría de seguridad nacional sobre la decisión y esto fue la razón principal por la discrepancia entre las cifras emitidas por la casa blanca y los datos de ICE.
Según la gestión de ICE, se les exigirá a los inmigrantes indocumentados quienes fueron liberados comparecer ante un tribunal donde podrán ser deportados o estar sujetos a otros procedimientos judiciales. Además, se dio a conocer que la nueva práctica de conceder libertar vigilada a reclusos indocumentados podrá incluir el arresto domiciliario, vigilancia electrónica, o juntas obligatorias con agentes de libertar vigilada, lo cual servirá para disminuir los costos de detención.
Morton, el director de ICE, también señaló que entre los reclusos liberados, seis enfrentaban cargos de delitos graves mientras que otros enfrentaban cargos de conducir en estado de embriaguez, de cometer varios delitos menores incluyendo infracciones de tránsito, o acusaciones relacionados con fraude. La gestión de ICE también indicó que la acción de conceder libertad vigilada a reos indocumentados fue unilateral. “Estamos tratando de operar dentro los límites de un presupuesto, el cual fue proveído por el congreso. La decisión no fue por parte de la casa blanca, pues esta fue mi responsabilidad”, subrayó Morton.