Nogales
La modernidad y nuevas construcciones obligaron a remover esculturas que se han quedado arrumbadas y otras desaparecieron por completo
Nogales ha sido testigo de cómo su patrimonio cultural ha sido violentado y despreciado por la historia y autoridades, así como por la propia ciudadanía que no lo cuida.
Recordemos el caso más comentado, donde la obra de la Serpiente del fallecido artista Alberto Morackis fue eliminada por empleados de Imagen Urbana, al considerar el mural como grafiti, siendo restituido tiempo después por los integrantes del taller Yonke.
Asimismo el ‘Monumento a la industria en la mano del hombre’ del escultor nogalense Carlos Cabrera Cox, de quien además se removieron otras dos obras, una alusiva a la bellota y la otra en forma de luna, de diversas plazas de la ciudad, en la pasada administración.
El caso del monumento a la industria, se encontraba colocado en la plaza Miguel Hidalgo y luego de su última remodelación pasó a los patios de Imfoculta y luego a los del vivero municipal, donde actualmente se encuentra arrumbada entre fierros.
Las obras de la luna y la bellota actualmente están en muy mal estado en los patios de las oficinas del conocido edificio Flores Guerra, sin la mayor protección o cuidado.
Ante estos hechos actuales, la historia del atentado contra las principales obras de la ciudad datan desde hace poco más de 70 años, cuando el edificio que albergaba las oficinas de la aduana fue destruido para dar paso al proyecto de modernización de las fronteras del Pronaf.
Cuenta el artista y fotógrafo nogalense, Samuel Ruiz que el edificio fue construido en la época Porfirista y tenía una arquitectura victoriana, con cantera extraída de los cerros de Nogales y el cual fue demolido a finales de la década de los 50.
Actualmente el espacio donde estaba la aduana es ocupado por el triangulo artesanal.
“No hubo una oposición a que se respetara esta joya arquitectónica y se perdió lo que era la estación del ferrocarril, recordaremos que Nogales creció por la aduana y el ferrocarril”, comentó.
El artista nogalense refiere también la desaparición de la denominada plaza 13 de Julio, debido a las obras del Pronaf, la cual era un lugar emblemático, con un kiosco de herrajes franceses, el cual con su demolición desapareció junto con unas luminarias en forma de dragón.
Con el tiempo el kiosco fue encontrado en una casa de reconocida familia nogalense, mientras que dos de las luminarias de forma de dragón se colocaron en la escuela Enrique Pestalozzi, donde actualmente se encuentran. El resto de éstas fueron recuperadas por otra destacada familia y conservadas, mientras que algunas cuentan con los orificios producto de las balas que se dispararon durante la gesta heroica del 27 de agosto de 1918.
A la lista de obras extraviadas se suman las cabezas aztecas que existían en la plaza Miguel Hidalgo y luego de las primeras remodelaciones que sufrió, cuatro de ellas fueron rescatadas y colocadas en los arcos ubicados frente a la gasolinera Zaied y que también están por perderse, luego de que la construcción del distribuidor vial Caribean que pasará por dicha zona.
Se puede también recordar la desaparición del mural que estaba alrededor del estadio Alberto Hoeffer de la autoría de Alberto Morackis, además el edificio de los juzgados a un lado del Museo de Arte debería de fungir como zona de exposiciones de las distintas culturas de México y ante la falta de seguimiento al proyecto fue retomado como oficinas y así la lista puede continuar.
Nogales actualmente no cuenta con un registro del patrimonio cultural ni con un catálogo de las obras, por lo que a lo largo del tiempo se han ido perdiendo y quedando plasmadas en fotografías para su recuerdo.
Sonora solo cuenta con dos ciudades que tienen su patrimonio cultural registrado, como lo son Álamos y Caborca, donde radica el tipo de eventos y festivales que tienen de gran trascendencia como son el Alfonso Ortiz Tirado.
Solo el edificio de la escuela Enrique Pestalozzi está registrado dentro del catálogo del INAH así mismo el trágico hotel San Enrique, forma parte del acerco cultural de Nogales.
Un movimiento que vino a despertar el interés de la comunidad por el acervo cultural fue la reubicación del Monumento a Juárez luego de la construcción del puente Ana Gabriela Guevara, donde como obra más emblemática de Nogales recibió atención y se logró su conservación.
Nogales requiere atención inmediata en el tema de cultural, con la elaboración de un catálogo de obras, para su registro y posteriormente se le dé debido cuidado y atención que merecen como parte de la vida y acontecer diario de esta frontera.