Nogales
Familiares, alumnos, maestros y padres de familia despidieron a Arturo Yocupicio y al menor.
Un emotivo adiós brindaron los alumnos, maestros, padres de familia, amigos y familiares al maestro Arturo Yocupicio Morales y a su hijo, en la explanada de la Escuela Secundaria General #3, liberando una gran cantidad de globos blancos.
Nadie escondía sus lágrimas, los sollozos ni tampoco el llanto, mientras los ataúdes del maestro Yocupicio Morales y su hijo Yocupicio Mora, eran colocados bajo una carpa y los arreglos florales a un lado de los féretros.
Los alumnos este día no vistieron su tradicional uniforme de secundarianos. Este día fueron de negro al igual que sus maestros, quienes irónicamente acaban de despedir al maestro que le dio nombre a la escuela “Humberto Campos Varela”.
Una foto con la imagen del padre y su hijo, cuyas vidas fueron arrancadas abruptamente en un accidente de tránsito la víspera, fue colocada arriba del ataúd conteniendo los restos de Yocopicio Morales.
El maestro de ceremonia varias veces se le “quebró” la voz, al enumerar las cualidades que como maestro tuvo quien por años laborara en este centro escolar, cosechando una gran cantidad de amistades.
“Responsabilidad era su distinción”, decía, “es hablar de dedicación y cariño. Había pasión, paciencia. Comprensión y tolerancia para todos su alumnos, valores que transmitía con su mirada sobria y profunda”.
La esposa y sus dos hijas se abrazaban al lado de los féretros, mientras recibían el pésame del personal académico, administrativo y los alumnos compañeros de su hijo.
La estudiante Nataly Villa alumna del 2º F, a nombre de los alumnos, recordó los últimos días no solo de su compañero Arturito, sino también del Maestro Arturo, a quienes ya no verán más por los pasillos ni salones de la escuela.
La banda de guerra del Instituto Tecnológico de Nogales (ITN) brindó el toque del “Silencio”, mientras los alumnos y maestros formaron una valla para subir los ataúdes a la carroza y salir del plantel educativo.
Un nutrido grupo de estudiantes caminaron junto con la unidad, mientras una gran cantidad de vehículos lo seguían hasta el kilómetro 21 para dar el último adiós al maestro y su hijo, quienes fueron trasladados a Navojoa en donde rendirán tributo a la madre tierra.