NOGALES
A diferencia de sus dueños, tanto perros como gatos no suelen disfrutar de las fiestas. El aglutinamiento de invitados y principalmente los fuegos artificiales pueden estresar a los perros y gatos de la familia.
La concentración de gente y los elevados ruidos provocados por los fuegos pirotécnicos generan malestar en los perros y gatos de la familia que, estresados por los estruendos festivos, pueden provocar destrozos e incluso huir de sus hogares, generando así la primera preocupación luego de los festejos de Navidad y Fin de Año.
“Los cohetes generan un estrés muy grande que provoca un estado de terror en los perros que los lleva a tirarse contra puertas y vidrios o a ladrar furiosamente en el momento en que empiezan los fuegos artificiales”, afirma José Luis Enríquez Mattuz, médico veterinario.
La utilización de drogas sedantes y el resguardo de las mascotas en ambientes aislados son las principales recomendaciones de los expertos a la hora de evitar el pánico que los fuegos de artificio generan en los animales.
“Recomiendo la utilización de tranquilizantes a base de acetilpromazina que son de los más comunes Y se consiguen en veterinarias. Además generan una disminución de la ansiedad y el estrés”, aconsejó Enríquez Mattuz.
No obstante, además de la parte farmacológica hay otros recursos a la hora de resguardar a las mascotas de la fobia que pueden ocasionarles los estruendos de los fuegos artificiales.
“Que el animal esté en un lugar oscuro y aislado, en por lo menos un 60 por ciento de los ruidos también aporta para evitar que se ponga más nervioso”, detalló el experto que, además, recomendó la colocación de tapones en los oídos con algodón a los perros, si es que al animal no le molesta demasiado, porque hay perros que son nerviosos.
Los gatos también padecen el estrés por los fuertes ruidos e incluso el árbol de navidad puede afectarlos si la naturaleza del felino lo lleva a intentar escalarlo o a mordisquear luces y adornos; en cuyo caso los veterinarios aconsejan que se impregne a esos objetos con vinagre u otra sustancia repelente.
“La reacción del gato por los ruidos es esconderse y no generan los destrozos de puertas y vidrios que pueden ocasionar los perros exaltados. Pero también el estrés lo tienen, así que también se puede utilizar un medicamento tranquilizante”, añadió.
Algunos canes pueden reaccionar de manera excesiva a los ruidos y llegan a sufrir ataques de pánico que los llevan a huir de sus hogares o incluso a reaccionar en forma violenta contra las personas o arrojarse de los balcones.
“Después de fin de año lo que se recibe mucho son denuncias de perros perdidos, de animales que saltan una reja. Por eso recomiendo tenerlos atados o en lugares aislados o bien cerca de sus dueños porque así los perros se tranquilizan”, enfatizó el veterinario y concluyó que “lo mejor sería no tirar cohetes”.