Nogales, Son.
Especialista explica cómo el frío y la escasa luz solar la fomentan. Ofrece opciones para hacerle frente.
El fin de año se asocia con fiesta y celebración, aunque las bajas temperaturas y la escasa luz solar de la época pueden provocar que los niveles de ansiedad aumenten de forma significativa, porque el cerebro libera muchos neurotransmisores.
Alonso Fernández Guasti, del Departamento de Farmacobiología del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Nacional de Psiquiatría, explicó que durante el invierno el cerebro puede liberar más noradrenalina, serotonina y ácido gamma, neurotransmisores que aumentan esa condición en las personas.
Comentó que en diciembre y enero la población se ve envuelta en un entorno de esa naturaleza, sobre todo por las fiestas, ya sea porque algunas personas buscan hacer hasta lo imposible por tener la mejor reunión o, incluso, conseguir el mejor regalo para su familia.
Fernández Guasti señaló que sustancias naturales como los tés de valeriana o cápsulas ayudan a disminuir esos síntomas y que por el momento se trabaja para determinar cuáles son los compuestos activos de la planta que contribuyen a lograr ese objetivo.
En un comunicado el investigador explicó que hacer ejercicio es la forma más sencilla para calmar los estados de ansiedad y, de alguna manera la depresión, sobre todo correr y nadar, actividades que funcionan mejor que los anaeróbicos, como levantar pesas.
En cuanto a la luz solar, dijo que provoca diferentes estados de ánimo y que su ausencia podría generar ansiedad y depresión, de ahí que unas ocho horas de luz son las recomendables, sobre todo si se tiene la oportunidad de estar en contacto directo en algunos periodos.
Aunado a ese fenómeno están las bajas temperaturas, ante lo cual las personas no quieren o evitan hacer trabajo físico y prefieren quedarse en cama o no salir de sus casas, sobre todo los mayores.
Fernández Guasti explicó que en el Departamento de Farmacobiología del Cinvestav se trabaja en varios aspectos relacionados con la ansiedad experimental, donde se hacen pruebas básicas que trasladan a estudios clínicos en el Instituto Nacional de Psiquiatría.
La ansiedad es una de las alteraciones psiquiátricas más comunes pues según estimaciones 10 por ciento de la población las padece.
También se sabe que las mujeres son más propensas a sufrir ansiedad y se ha especulado que las razones son las fluctuaciones en los niveles de hormonas ováricas o simplemente porque son más propensas a una condición de vida más severa.