Vive en iglesia por temor a deportación

Danuel Neyoy Ruiz, de 36 años, se resiste a dejar Estados Unidos y a dejar su familia

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TUCSON, AZ

Danuel Neyoy Ruiz, de 36 años, se resiste a dejar Estados Unidos y a dejar su familia.

En un verdadero desafío a las autoridades y las leyes migratorias, un inmigrante mexicano, quien ha vivido indocumentado en Estados Unidos por más de una década, se resiste a ser deportado y se ha refugiado en una iglesia de Tucson, Arizona, de acuerdo con agencias informativas.
En abril de este año, a Daniel Neyoy Ruiz, de 36 años, le ordenaron deportación voluntaria. Sin embargo, él tomó otro camino: la resistencia a tener que abandonar su familia.
Neyoy se instaló en una iglesia en Tucson, cuyos líderes religiosos, históricamente han estado involucrados en la defensa de migrantes, especialmente de aquellos centroamericanos que tuvieron que abandonar sus países por los conflictos políticos en la región en la década de los ochenta.
Haré cualquier cosa por permanecer junto a mi familia” dijo Neyoy Ruiz, quien tiene un hijo de 13 años de edad ciudadano estadounidense. Yo lo único que quiero es estar con mi familia y apoyarla en todo lo que pueda”, enfatizó en entrevista.
Neyoy Ruiz dijo que está dispuesto a permanecer dentro de la iglesia con su esposa y su hijo hasta que se resuelva algo” sobre su petición de permanecer en este país.
El inmigrante, de 36 años y originario de Los Mochis, Sinaloa, afirmó que su deportación provocaría un grave daño a su familia, en especial a su hijo Carlos de 13 años, que nació en Estados Unidos y nunca ha vivido en México.
Desde la tarde del martes, Neyoy Ruiz y su familia se refugiaron en la iglesia Southside Presbyterian, donde en la década de 1980 nació el Movimiento Santuario, organizado por religiosos para amparar a inmigrantes centroamericanos que huían de la guerra en sus países.
El inmigrante, que trabaja en el sector de la construcción, comentó que llegó a Estados Unidos en 2000, recién casado, en búsqueda de una mejor oportunidad de vida.
Al año de su llegada a este país, su esposa Karla dio a luz a su hijo Carlos, que actualmente asiste a una escuela secundaria en Tucson.
Sus problemas, dijo, comenzaron en 2011, cuando fue detenido por un patrullero del Departamento de Seguridad Pública porque el automóvil que conducía tiraba humo” en exceso.
Especial
Neyoy Ruiz se identificó con una licencia de conducir emitida en México, lo que el agente consideró insuficiente, por lo que lo detuvo y entregó luego a la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos.
El mexicano permaneció un mes en el Centro de Detención de Inmigrantes en Florence, Arizona, donde con ayuda de un abogado logró salir en libertad bajo fianza en tanto se decide su situación migratoria.
El abogado, sin embargo, abandonó el caso sin avisarle, por lo que los procedimientos ante la corte de inmigración corrieron sin que fueran contestados.
Neyoy Ruiz se enteró de la situación en abril pasado, al recibir una carta donde las autoridades migratorias le notificaban que tenía como plazo hasta la noche de este martes para salir del país o exponerse a ser detenido y deportado.
El inmigrante sostiene que su caso no se ajusta a los criterios fijados por el gobierno del presidente Barack Obama para ser deportado, al señalar que siempre ha sido respetuoso de la ley y no tiene antecedentes criminales.
Su caso es similar al de la mexicana Elvira Arellano, que en 2006 se refugió varios meses en la Iglesia Metodista Unida Adalberto de Chicago, Illinois, y fue detenida al abandonar el templo para participar en una campaña a favor de una reforma migratoria.
En agosto de 2007, Arellano fue deportada a México, donde se convirtió en una reconocida activista pro inmigrante.
En marzo pasado Arellano regresó a Estados Unidos para entregarse a las autoridades migratorias que le permitieron permanecer en el país en tanto se resuelve su situación.

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