Padres de familia cierran primaria por obras inconclusas e insalubres

Nogales.

En el portón del instituto educativo se apreciaron varios carteles en donde se anunciaba dicha medida.
La escuela primaria Jesús García permanecerá cerrada hasta el 12 de noviembre, tentativamente, o hasta que la obra de remodelación de baños quede concluida en su totalidad, advirtieron padres de familia del plantel ubicado en la calle Guadalajara de la colonia Empalme-Nogales la mañana de este miércoles.
En el portón del instituto educativo se apreciaron varios carteles en donde se anunciaba dicha medida a manera de presión de los papás para que las autoridades de gobierno y educativas les cumplan sus compromisos.
“Seguimos sin baños, está todo tumbado y en eso andan trabajando, por ello la escuela no se abrirá hasta que los baños no estén terminados”, anunció la señora Wendy Solano Aguayo, madre de dos niñas estudiantes de esa escuela.
Ella, junto a la señora Arisbeth Armenta Acosta, madre de otros dos niños que ahí estudian, consideran como un serio problema la falta oportuna de limpieza para las seis unidades portátiles, ya que el acuerdo original era dar mantenimiento un día por la mañana y otro por la tarde, pero solamente los limpian par de veces a la semana.
“Estamos indignados porque nos dan promesas y no las cumplen, los niños se están enfermando, ayer salieron otros cuatro niños enfermos de aquí del turno matutino, llevaban dolor de estomago y vómito, y ya había otros cuatro con tifoidea que atendieron en el Semeson”, dijo Solano Aguayo.
Las quejosas consideraron que afecta la falta de agua y la inexistencia de baños, lo cual es el causante de enfermedades y aseguraron que la escuela estará cerrada hasta que los baños se entreguen, posiblemente en dos semanas, alrededor del 12 de noviembre.
“Ese fue el plazo que le impusimos a los ingenieros, porque nosotros no vamos a exponer a los niños a que sigan enfermándose, porque hemos sacado a nuestros niños malos, con el estomago revuelto cuando limpian los baños portátiles y que sueltan esos gases”, dijo Armenta Acosta.
Ambas, al igual que el resto del grupo de papás, esperan sea la última vez que cierren la escuela con la esperanza de que las autoridades en esta ocasión sí cumplan.
Consideraron también que afecta seriamente este atraso en el avance académico de los niños, pero que primero y antes que nada, está la salud de los hijos y por ello prefirieron cerrar la escuela, para que los menores no se expongan ante focos de infección mientras los trabajadores continúan con las labores propias.
“Ellos en el recreo comen sus alimentos afuera, cerca del área donde trabajan y ahí se ven los tubos de drenaje que sacaron, a la intemperie, eso puede causarles daños”, dijo Armenta Acosta.

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