El Diario de SonoraNogales, Son
Continúa la llegada de migrantes centroamericanos y originarios de estados del interior del país a Nogales, con la esperanza de solicitar asilo político a Estados Unidos y de acuerdo con más testimonios, el éxodo se mantiene debido a las condiciones de violencia y bajos sueldos laborales.
Tal es el caso de Mario, aspirante que llegó a esta frontera acompañado de su hija de 16 e hijo de 14, originarios de Guatemala.
“Está criticó allá, por eso uno anda buscando y cuando uno no tiene oficio fijo, entonces no se puede trabajar estable, para darle estudio a mis hijos. Pagan poquito, se gana 50 quetzales al día, son como 100 pesos diarios, que para mantener a mi familia no alcanza”, comentó.
Agregó que, “Me quieren descarrilar a mi hijo, entonces ya no quiero que agarre mal camino con las pandillas, yo sé que hay malos amigos que pueden enseñarle cosas malas, quiero que tenga una buena vida para él”.
El migrante manifestó que tuvo conocimiento que el gobierno estadounidense recibía menores con sus papás, por eso decidió aventurarse a solicitar asilo político, se confió de que hay posibilidades y más porque sabe que otros compatriotas han sido aceptados, con sus hijos.
Confirmó que viajaron en autobús, un viaje pesado y que para él fue riesgoso porque siempre hay maleantes, pero que gracias a Dios ya habían llegado, con la esperanza de que les dieran ingreso.
Por otra parte, una migrante de 32 años y proveniente de Guerrero, manifestó que llegó a Nogales también para pedirle asilo político a los estadounidenses, luego de que “Se ve en la tele y una amiga me dijo que estaban dando asilo político, sufrimos mucha delincuencia, está muy difícil, hay poco trabajo”.
Traía consigo a su bebé de apenas siete meses, inclusive afirmó que fue un viaje pesado, la noche del lunes aumentó su temperatura y tuvo que darle medicamento en gotas para bajarla, cuando durmió en la central de autobuses.
Esperaba cruzar y llegar con una amiga que vive en la unión americana, quien prometió ayudarla, por eso decidió dejar a sus familiares en Guerrero, a sus padres básicamente. Está casada, pero desconoce el paradero de su pareja.
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