El Diario de SonoraNogales, Son
Familias de migrantes centroamericanas y del sur del país ingresan con rapidez a Estados Unidos en búsqueda de tramitar algún asilo político, por ello de la escasa presencia de personas que aguardan ser recibidas por oficiales de migración estadounidenses en las puertas de la garita Dennis DeConcini.
Marla Conrad, voluntaria de la Iniciativa Kino para la Frontera, confirmó que, si bien están llegando todos los días familias, en ocasiones esperan afuera de la garita, en los albergues casi ya no hay y avanzan con rapidez.
“Llegan todos los días, a veces hay fila y otras no, tienen que esperar en ocasiones unas horas o un día, el viernes por la noche llegó una familia de 18 desde Guerrero y apenas anoche los metieron a todos, pero estamos pendientes y llevamos comida cuando hay gente esperando”, comentó.
Conrad indicó que la atención es para los migrantes a cómo van llegando, ya que no hay ya filas como al principio, por ello no hay ya migrantes en los albergues.
“Los migrantes están logrando procesos ante un juez, lo que se desconoce es el resultado de estos encuentros, aunque sí les permiten ingresar al país con libertad a las mamás con niños, para que se puedan presentar ante un juez”, explicó.
A la mayoría les instalan un grillete o monitor en una de las piernas para monitorear su ubicación, ya que, si no acuden ante la Corte, enfrentarían problemas con la autoridad migratoria.
Se les dio asesorías a más de 500 familias, incluidos niños, desde mayo pasado, aunque se desconoce cuántas personas han logrado alguna resolución favorable ante su petición de asilo, ya que los juicios suelen tardar hasta años.
“Pero por mientras se pueden quedar en el país, que es parte de la queja de Estados Unidos, que ya hay mucha gente y las cortes no pueden dar respuesta a la demanda, se alargan mucho los juicios, es algo complicado, porque depende del estado y de la ciudad de donde uno llega, por si hay lista de espera para que el juez mire cada caso”, manifestó.
La voluntaria calculó que la gran mayoría de los migrantes que han cruzado, atienden sus juicios en las cortes de los estados a los que llegan con familiares, que son pocos los que se quedan en Arizona, en ciudades como Phoenix o Tucson.
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