Maya, de robar vehículos pasa a estudiar Derecho desde el Cereso Femenil de Nogales

Maya, de robar vehículos pasa a estudiar Derecho desde el Cereso Femenil de Nogales
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Nogales, Son

Una oportunidad, narra la reclusa, encontró en esta frontera luego de purgar condenas en Santa Martha de Acatitla y el desaparecido penal de las Islas Marías


Maya, de 44 años de edad, cursa el tercer semestre de la licenciatura en Derecho en la Universidad de Sonora, pero no es un estudiante cualquiera, desde hace 13 años ha pasado por distintos ceresos del país purgando condenas por robo de vehículos.


Nacida en la Ciudad de México, Maya ha tenido que superar diversos problemas, como el uso de drogas, violencia, entre otras adversidades a lo largo de su vida, entre ellas el estar lejos de su hijo a quien dejó cuando éste tenía 11 años, hoy tiene 26.


Recuerda con nostalgia que hace tres años se reencontró con su hijo gracias a que la Directora del Cereso de Nogales lo trajo un Día de las Madres; mencionó que él no la conocía sin drogas y le dijo "conóceme ahora, ésta soy yo, cometí errores y quiero hacer las cosas distintas".


Maya Inició su proceso de readaptación en el penal de Santa Martha Acatitla en la Ciudad de México, luego fue traslada a las Islas Marías y hoy se encuentra en el Cereso Femenil de Nogales con tres cargos federales y el resto por delitos del fuero común.


"Soy muy privilegiada de estar aquí"


Para Maya el centro de Nogales ha sido un cambio en su vida, pues de ser una persona "como ella misma lo dice- violenta, rebelde y sumida en las drogas, actualmente es una de las pocas internas que estudia una carrera universitaria.


"Vengo de un penal fuerte que es Santa Martha Acatitla, ahí estuve cuatro años. Yo no era así como soy ahora, era violenta, rebelde, en dos años tuve 16 castigos, consumía drogas, mi vida se ha transformado completamente, si a mí me paran en Santa Martha Acatitla y dicen "˜ésta es la Maya"™, no lo creerán quienes me conocieron en mi paso por ese lugar", comenta.


Agrega que estar dentro del centro de Santa Martha fue un antes y después en su vida, pues fue ahí donde decidió cambiar.


"En Santa Martha me metí a una clínica de desintoxicación que está dentro del penal, que es Oceánica y Monte Fénix, estuve en proceso de ocho meses, ahí como que todavía estaba preguntándome ¿voy a cambiar?, pero como que no quería, entonces la situación dentro del penal no te ayudaba mucho", relató.


"Por cosas de Dios si quieren verlo de esa manera, me trasladaron a las Islas Marías y ahí se cimentó todo lo que ya había aprendido, fue donde me dije: ¿quieres cambiar ó no quieres cambiar?, vas a estar sin drogas, vas a continuar con tu proyecto de vida, entonces continué modificando mi comportamiento."


Santa Martha Acatitla, ubicado en la Delegación de Iztapalapa en la Ciudad de México, es uno de los ceresos más conocidos del país por diversas situaciones, entre ellas, la sobrepoblación y por ser un lugar problemático entre las reclusas.


"Son 3 mil internas, allá hay drogas y todo lo que tú te puedas imaginar, hay muchas riñas, manda el poder de la droga, pero igual te puedes portar bien, es por donde tú quieras conducirte", expresó la interna.


Mencionó que de las Islas Marías la trasladaron aquí (Nogales) y agrega: "yo llego a este penal en mayo de 2012, cuando llegué dije: esto es una casa de muñecas, gente bonita, un ambiente muy diferente".


Dijo que en ocasiones escucha a compañeras quejándose y ellas les dice que hay que dar gracias a Dios por este lugar, porque no tienes que esconder los tenis debajo de la almohada para que no te los roben y tampoco te tienes que estar cuidando como en otros centros.


Las sentencias


Maya explica que trae una sentencia de ocho años y otra de 14, insiste que antes su comportamiento era malo y en Santa Martha le levantaron otro proceso porque le encontraron drogas, entonces trae dos comunes y uno federal, éste último de un año.


"Ya compurgamos el primero de ocho que era de 22 por robo de vehículo, pero en la apelación me lo bajaron a 14 entonces, me quedé con ocho; el federal ya lo compurgué, pero la otra que me dieron es de 14 años también por robo de vehículo, entonces me quedé igual, me porté mal hace 12 años, pero a partir de ahí ya no he tenido ningún castigo", expresó.


Menciona que ahora que está estudiando ya entiende leyes y entonces dice: "˜no tuve esto, no tuve buena defensa"™, pero asegura que fue parte de su desarrollo.


"Una vez vi una película, donde un actor decía, le doy gracias por llegar a un lugar como éste y dices cómo vas a dar gracias por ello, pero es verdad, gracias a eso estoy cambiando", comentó.


"A veces la familia te hace daño"


Para Maya el estar lejos de su familia la ayudó a poder cambiar y alejarse del circulo vicioso en el que se encontraba.


"En ocasiones hace falta que te alejes de tu familia, de ese círculo vicioso, a veces la familia te hace daño, tienes que alejarte, no hablo mal de ella, no es cosa de que no los ame, pero he encontrado otra forma de vivir", mencionó.


Comentó que a sus padres tiene 12 años que no los ve, pero están presentes, habla con ellos y les platica de la escuela.


"Yo no hablo para decirles necesito esto, al contrario, no les doy, pero tampoco les quito. Ellos no habían aceptado que yo me quedara en Nogales, porque yo ya me visualizo afuera, ya pienso en eso, y me dicen no conoces a nadie, yo les contesto, si salgo adelante aquí, puedo salir adelante fuera, yo ya lo decidí me voy a quedar aquí cuando cumpla la condena", expresó.


Las drogas fueron mi error


Al preguntársele qué cambiaría de su vida, rápidamente responde: "las drogas, esas fueron mi error", pero comenta que gracias a Dios y el apoyo en el Cereso Femenil de Nogales las cosas son diferentes.


Maya forma parte de un programa en el que las internas desde el centro tienen la oportunidad de estudiar una carrera universitaria.


Actualmente está inscrita en la Universidad de Sonora Campus Nogales y cursa el cuarto semestre de la Licenciatura en Derecho. Esto lo hace mediante video-llamada y según ella el trato de sus compañeros de clase es buena.


"Les agradezco por el apoyo que me dan alumnos, maestros, la gente de informática, hay compañeros que me visitan, no se siente un rechazo, aquí todo depende de que uno quiera aprovechar las oportunidades", expresó la interna quien dijo que tiene 44 años de edad y nunca se imaginó cursar una carrera universitaria.


Programas de readaptación


La directora del Centro de Readaptación Social (Cereso) Femenil, Lupita Martínez Chiapa, mencionó que Maya forma parte de un programa piloto de un convenio con la Unison y que actualmente ya está dentro de la matrícula de estudiantes.


Comentó que en el centro se cuenta con varios programas para la readaptación social y que éstos dan resultados y un ejemplo claro es el de Maya.


Dijo que entre los programas hay actividades educativas, deportivas, culturales e incluso de carácter religioso.


Martínez Chiapa mencionó que las internas incluso tienen oportunidad de acceder a un trabajo dentro del centro, como los que se ofrecen en una fábrica de accesorios para instrumentos musicales.


Agregó que además las internas reciben capacitación para el trabajo en donde aprenden diversos oficios con apoyo de instituciones como Cecati 118 y el Icatson.


Actualmente dentro de las actividades culturales este centro se destaca por dinámicas como el concurso de escoltas, murales, además de eventos deportivos.


"Maya es la prueba de que las personas pueden cambiar si les das las herramientas necesarias a través de una rehabilitación en el centro donde se encuentren purgando su condena", señaló la directora del penal.


*Reportaje realizado por estudiantes de la Universidad Binacional Nogales

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