Huye familia hondureña de ‘Maras’ en busca de asilo

Horacio Ocón, su esposa y sus dos hijos con problemas de salud tienen ya dos meses varados en Nogales

Huye familia hondureña de ‘Maras’ en busca de asilo
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Una familia que huyó de la violencia de las pandillas de las ‘Maras’, en Honduras y que busca tratamiento médico especializado a sus dos hijos, confía que con el nuevo presidente Joe Biden en Estados Unidos, se dé la oportunidad de solicitudes para asilo humanitario y les puedan escuchar para presentar las pruebas.


Horacio Ocón Herrera, originario de Choluteca, Honduras, tiene dos meses varado en la frontera de Nogales, luego que fue deportado del vecino país del norte, junto con su esposa Aída Marisela y sus hijos Horacio Jesús y Horacio Alejandro, al tomar la iniciativa de entregarse a Migración para pedir asilo.


Entrevistado en el albergue para migrantes San Juan Bosco, explicó que tenían un negocio de alimentos, pero las constantes extorsiones de las pandillas de las Maras” les obligaron a cerrar y vender todo lo que tenían, al señalar la impunidad con la que trabajan, sin que ninguna autoridad tome acción.


Teníamos un pequeño negocio de comida, nos pedían dinero a cambio que nos dejaran vender nuestros productos, entramos a un miedo, fuimos a las autoridades, desgraciadamente allá las autoridades no ponen nada de su parte, sólo uno pone la denuncia y le dan una hoja, nada más una constancia y nunca investigan, se queda impune”, dijo.


De ahí, entraron a una situación más complicada, porque su hijo de 6 años, Horacio Alejandro, en el 2018 enfermó de su ojo derecho, lo llevaron a un Centro de Salud del Seguro Social de Honduras, donde tardaron un mes para su evaluación.


Necesitaba una operación en la vista por cataratas, lo operaron y todo empezó a entorpecerse porque le hicieron una mala praxis, una mala operación, los doctores dijeron que por lo menos tenía el otro ojo, que miraba nomás con uno”, señaló.


Uno como padre que le digan eso es como que le peguen un disparo, empezamos a sacar préstamos para llevarlo a un doctor privado, donde nos dieron una constancia que no le habían hecho una buena operación y necesitaba otras intervenciones quirúrgicas”.


Desde que le hicieron la primera operación en el Seguro Social todo empeoró, porque se le dañaron otros órganos de la vista, a grado de necesitar un trasplante de córnea, ya que le implantaron un lente intraocular que no era el adecuado, que le afectó y perdió la vista desde hace dos años.


El remate de mala operación a su otro hijo


Por si esto fuera poco, su otro hijo, Horacio Jesús, cuando tenía un año le creció una pelotita” en su estómago, lo llevaron al Centro de Salud, donde lo operaron, pero aún se le mira esa pelotita”.


El plan fue que nos vinimos a entregar a Migración y nos echaron para atrás porque por lo del Covid dicen que no están dando asilo, ni permisos, nada y desde hace dos meses nos echaron para acá, estamos esperando que abran la frontera y no sé qué hacer la verdad, nos dicen que a nosotros los de Honduras y centroamericanos es bien difícil un permiso, sólo nos echan para afuera”, agregó.


Sobre qué decir a sus connacionales y hermanos centroamericanos, sostuvo que es difícil venir hasta acá, ya que no cualquiera tiene la dicha de estar hasta acá, por las dificultades y peligros que enfrentan en el camino, donde realmente cada persona, cada familia que se viene tiene su motivo y sus razones. Lastimosamente el gobierno de Honduras es muy malo, no se preocupa por nada, tenemos 8 años en Honduras que las cosas están en crisis”, mencionó.


La travesía es difícil


Comentó que viajaron en autobuses, de Honduras a Guatemala, entraron a México y de ahí en jalones” hasta llegar a la ciudad de México, para seguir en autobuses hasta cruzar a los Estados Unidos de forma ilegal, pero fueron deportados a México; en todo el trayecto han gastado alrededor de 10 mil dólares, de la venta de todo lo que tenían.


Traemos pruebas de la violencia y extorsión de las maras y también de los casos de salud de los niños, que íbamos a presentar allá, pero no nos escucharon, no nos dieron ni un minuto para hablar, solamente que colaboráramos con las huellas y vendríamos para atrás”, manifestó.


Si han tenido acercamiento con el Gobierno de México, dijo los entregaron al Instituto Nacional de Migración y de ahí, el Grupo Beta los llevó al albergue para migrantes San Juan Bosco, donde temen por la incertidumbre de qué pasará con su familia, ya que aspiran esa oportunidad de asilo político en los Estados Unidos.

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