Presenta nogalense su libro “El Embarcadero de Nogales, Sonora”

Celsa Rocha Villa plasma sus vivencias y recuerdos de su barrio y niñez a finales de la década de los 50´s de esta frontera

Presenta nogalense su libro “El Embarcadero de Nogales, Sonora”
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Un evento desafortunado en su niñez, llevó a la escritora nogalense Celsa Rocha Villa, a describir por medio de una obra literaria, la entereza del carácter de su señora madre y un acto que definió su formación, todo esto enmarcado en una crónica completa sobre su querido barrio de la niñez a finales de la década de los 50´s, en el libro El Embarcadero de Nogales, Sonora”.

La autora relató que dentro de su trabajo narrativo, se toma como punto de origen una vivencia, que puso en riesgo la vida de su pequeño hermano en aquel momento de 4 años, mientras ella solo tenía 5, en un acto cotidiano, que cambió su vida por mucho tiempo y tiene un lugar especifico dentro de sus recuerdos, los cuales demuestra completos en su escritura.

Todo esto de acuerdo a Celsa, da el pretexto para recorrer de memoria todas las calles llenas de juegos, cantos y personas, de la colonia que sigue siendo parte de la rica cultura histórica de nuestra ciudad, describiendo la fundación de la ciudad, el origen de nombres, como era la vida familiar nogalense en ese tiempo y todos aquellos que marcaron en su memoria, un capítulo de la vida fronteriza.

 Mi hermanito y yo nos sacaban a pasear a las 5 de la tarde, con una prima y yo le dije, quiero ir al baño, mi hermano me sigue, en aquel entonces los baños, eran unas fosas, como cajones, no había agua, me senté en el hoyo más pequeño, para nosotros, para mí y mi hermano, pero el al verme a los casi 4 años, al verme como estaba sentada, él quería imitarme, entro, sube a la caja más grande y se sienta, como yo estaba sentado, y se va hasta adentro”, recordó Celsa.

En 22 capítulos, la escritora, toca temas también sobre la diferencia que existía entre los barrios y la forma en la que una pequeña tuvo que lidiar, todos estos eventos que formaron parte de su infancia temprana, así como las historias, los fantasmas creados popularmente, los lugares icónicos y lo que era transcurrir en el Nogales de antaño.

 Hablo de todos los vecinos, que estaban alrededor, porque mi madre tenía un abarrotes y yo recuerdo que llegaban gentes, que era comadre, como doña Socorro, que era comadre, llegaba gente a platicar con mi mamá, me quedaba escuchándolos, escuchaba el cantó de alguna persona que estaba con su guitarra, miraba quien vivía en tal parte, o a veces que miraba a veces que uno se ponía afuera miraba como era otra vecina, salía con la manguera regando las plantas, y fue algo maravilloso de ver los vecinos, por el lado norte, sur y por todos lados, viendo como ellos vivían tan bonito ese ambiente”, indicó.

A sus 70 años, Celsa comentó busca que esa pequeña historia, pero de gran relevancia personal, inspire a los demás a compartir, todos aquellos relatos, que está segura muchos nogalenses tienen de cuando sucedieron aquellos encuentros cotidianos, que nutren y hacen mucho más grande el acervo histórico de la riqueza de la cultura local.

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