Nogales, Son
Hace poco más de un año un al ver la gran necesidad de esparcimiento para los niños y jóvenes de la colonia La Mesa, el padre Edgardo Gámez, junto a un grupo de servidores religiosos de esta zona de la ciudad, idearon el crear un espacio en donde aquellos pequeños que no tuvieran alguna actividad fuera de sus labores escolares, pudieran aprender un instrumento o alguna otra habilidad que los aleje de las calles y los lleve por un camino de bien.
De esta inquietud, nació lo que ahora se conoce como la Orquesta de San Joselito de la iglesia de San José, misma que sirve como refugio de al menos 60 jovencitos, que de otra manera tendrían que buscar entretenimiento u otras actividades en las calles de La Mesa, y ha sido parte de las acciones que continúan en crecimiento, salvando uno a uno a todos aquellos que, sin supervisión, antes eran devorados por malos hábitos.
“Siempre las buenas ideas han salido de la oración, cuando observas, lo que está pasando en la comunidad y tienes esa interioridad en la oración, ahí encuentras muchas respuestas”, explicó, “como también proyectos que hemos realizado en la comunidad que han tenido mucho éxito, han salido de ahí, sobre todo observar las necesidades de la comunidad y saber que somos un instrumentos también nosotros, para hacer que los otros crezcan y eso es nuestra vida y ahí está el sentido de nuestra vocación también, estar siempre pendientes de los demás y de los que más necesitan, de ahí partió, de observar a los jóvenes, observar la comunidad y de la oración también”.
Es muy poco decir que para muchos de los pequeños que ahora tocan un instrumento el menos 2 veces por semana, ha sido un viaje formativo, ya que la otra opción en la gran mayoría de estos casos era salir a las calles a la incertidumbre que desafortunadamente ocasiona en algunos escenarios que sean parte de actividades no provechosas.
“Ciertamente antes yo también me la llevaba mucho tiempo en las calles, entonces, siento que este proyecto, así como a mi va a ayudar a las futuras generaciones”, indicó, “tanto como para salir de ese ámbito de calle, de violencia, drogas y darnos una oportunidad de crecer en nuestra persona, dándonos también por así decirlo a futuro una profesión”, manifestó el joven.
A base de esfuerzo, se han puesto instrumentos sobre las manos de los jovencitos, en algunos casos, se han recuperado de centros de reciclaje o tras haber sido donados por personas que ya no los utilizaban en sus hogares, pero siempre hay necesidad de más, para este proyecto que sigue en crecimiento y cada vez son más los interesados en pertenecer a la orquesta, pero las aspiraciones de este espacio no se quedan ahí.
El Padre Gámez, manifestó a cualquier persona que quiera conocer sobre el proyecto, que se acerque a la comunidad de la iglesia de San José Sánchez en la colonia La Mesa, para ver de primera mano, el gran cambio que se está gestando en la sociedad de esta zona al sur de Nogales, que permaneció olvidada por muchos años.