Nogales, Son
Un merecido homenaje a una distinguida mujer nogalense, se realizó este viernes en la sala de juntas del Ayuntamiento, en donde familiares, autoridades y ciudadanía en general, se dio cita para la develación de la placa de la primera regidora en la frontera de Nogales, la maestra Manuela Catalina Niebla Vega viuda de Pedroza, en el marco del Día Internacional de la Mujer.
En la sencilla pero significativa ceremonia se contó con la presencia de una de las nietas de la Maestra Manuelita, como era conocida, Lourdes Leticia Pedroza Andrade, junto a dos de sus bisnietos, quienes ayudaron a mostrar este honor al presidente municipal Juan Gim Nogales, junto a la Síndica del ayuntamiento Edna Elinora Soto Gracia, quien fue la encargada de leer una breve descripción de la obra en vida de la distinguida educadora y nogalense, ante la vista de regidores, directores y ciudadanos que se congregaron en el sitio.
Dentro del escrito compartido la Síndica recordó la homenajeada nació un 12 de junio de 1895 en Minas Prietas de la Colorada, a los años y por ser una estudiante distinguida comenzó su camino como profesora en Hermosillo, ya en Nogales en 1912, trabajo en la escuela Pestalozzi hasta 1916, para regresar pero ahora como directora en 1925, tras tener 3 hijos con Felipe de Jesus Pedroza, quedo viuda en 1929, que fue cuando dedico el 100 por ciento de su tiempo a mantener a su familia y educar a miles de pequeños, fue directora de diferentes planteles en Nogales, Navojoa, Guaymas y Magdalena, donde se retiró en 1952.
“En 1955 en campaña para la gubernatura visita Nogales el señor Álvaro Obregón Tapia y lo acompaña el candidato para la presidencia municipal el señor Miguel Amador Torres, donde la profesora fue invitada a dar un discurso, que causó impacto entre los asistentes, y al conocer los antecedentes de la profesora, el candidato Álvaro Obregón, recomendó fuera incluida en la planilla del candidato electoral Miguel Amador Torres, para acompañar al que podría ser el presidente municipal de 1955”, compartió la Síndica.
Fue tomada protesta, junto a los miembros de aquella administración en septiembre de 1955, pero desafortunadamente falleció antes de terminar su encomiendo en 1957, con el paso del tiempo, ha tenido homenajes de los cuales algunos de los más notables, son la asignación de su nombre a una escuela primaria en la colonia Pueblo Nuevo y una calle que lleva también sus generales, aunque mal escritos en la colonia Altamira, situación que de acuerdo con las autoridades, habrá de resolverse a la brevedad.
Su familia, la recuerda con mucho cariño y anhelan el haber podido convivir mucho más con ella, ya que falleció a una temprana edad, sin embargo, el que ahora tenga el honor de ser testigo de las decisiones que se llevan a cabo en el ayuntamiento a la posteridad, los llena de orgullo y nostalgia.
“Mi papá siempre me contó que era muy exigente mi abuelita como mamá, porque mi abuelita quedó viuda muy joven, mi papá tenía un año cuando ella quedo viuda, ella se hizo cargo de la familia que era mi tía Yolanda y mi papá, ella trabajo toda su vida para salir adelante y criar sus dos hijos” …“Siempre supimos cuando estaba chica y que mi papá nos comentó que había sido la primer regidora yo no lo podía, como le hizo, si no nos quieren a las mujeres, todavía en la fecha en que nos platicaba mi papá, nosotros no sabíamos nada de las mujeres, que tuvieran algún puesto así pero pues lo hizo y gracias a dios fue regidora”, recordó la nieta de la profesora homenajeada.