Caborca
Ni la invalidez forzada de Alina (desde su juventud) ha quebrantado su espíritu de lucha, por lo que junto a su madre Adelina que no se le despegado nunca desde que sufrió el terrible accidente, ambas han sido un constante ejemplo de viva gallardía de mujer.
La caborquense Nilda Alina Trevor Pino, quien desde que sufrió un lamentable accidente, que solo le permite mover su cabeza; y como muestra de gran amor que le tiene a la vida, ha desarrollado esa enorme belleza interior que la caracteriza, pintando más de mil cuadros, utilizando para ello, solamente su boca, un pincel y su “Ángel de la Guardia”, como ella nombra a su mamá Adelina Pino, quien le ayuda a colocar las pinturas y los cuadros, siendo confidente, además, de todos sus sentires.
En entrevistas anteriores para EL DIARIO DE SONORA, Nilda Alina, que nació un 3 de abril de 1964, ha comentado que acepta con resignación su situación a pesar de que después del accidente (unos días antes de cumplir 17 años, en 1981 la atropelló un automóvil) se sentía terriblemente mal por el diagnóstico de que iba a quedar invalidada físicamente, pero paulatinamente fue asimilándolo hasta considerar que debe ser un ejemplo para muchas personas que se sienten inconformes con la vida que Dios les ha dado, y que ella preferiría estar en sus lugares y no atormentarse.
“Salí adelante por mi enorme deseo de vivir y siempre con el apoyo de mi mamá, mi papá Jorge, mi familia, mis amigos, de todos los médicos que me atendieron”, dijo esa ocasión.
Como ejemplo de fortaleza intrínseca, ella incluso se ha dado tiempo para participar en conferencias de motivación personal en muchos eventos a la que ha sido invitada, no solo en México, sino en otros países, además de que sus cuadros han dado la vuelta al mundo y son reconocidos por su calidad.
Comenta que lo que a ella más le gusta pintar son los paisajes de la tierra que la vio nacer y de la cual se siente agradecida a pesar del accidente que la ha privado de muchas cosas normales para cualquier otra persona.
Entre las especialidades de Nilda Alina a la hora de plasmar sus inspiraciones, destacan: Las Misiones del Padre Kino, El Desierto de Sonora, Indios, Cabañas, Payasos, Rosas, Barcos y muchísimo otros, que suman alrededor de mil cuadros, además de escribir 20 poemas y haber participado en alrededor de 120 exhibiciones y conferencias por diferentes lugares de México, Estados Unidos e Italia.
Desde septiembre de 1994 pertenece a la “Asociación Internacional de Pintores con la Boca y con el Pie”, lo que ha permitido mayor difusión de sus pinturas, al reproducirse como tarjetas navideñas y calendarios en países como Estados Unidos, Canadá, Bélgica, Malasia, etcétera, e incluso ha sido la imagen de un sorteo de la Lotería Nacional en el 2006.
Doña Adelina un ejemplo de abnegación
“Aunque todos mis familiares están siempre a mi lado, una persona importantísima para mí, es mi mamá; pues desde el accidente, siempre, siempre, ha permanecido a mi lado para auxiliarme en lo que necesito. Además, ella es la que me ayuda a pintar pues me mueve los cuadros cuando no los alcanzo con el pincel, lava los pinceles, me acomoda para que trabaje y, en fin, me ayuda en absolutamente todos los detalles de mi vida personal”, destacó Nilda Alina, durante la entrevista realizada ese día.
Cabe mencionar que ayer que fue Día Internacional de la Mujer, personal de El DIARIO DE SONORA solo pudo hablar con ella telefónicamente por unos instantes porque se siente delicada de salud y en su voz se notaba la tristeza de que su mamá también se encuentra enfermita, por la edad avanzada y que sin embargo no se le despega para nada ni se queja, sintiendo que solo vive para atenderla.
No cabe duda que ambas son unas grandes mujeres que merecen todo nuestro reconocimiento por ser un verdadero ejemplo de lucha y resignación, que ya quisieran grandes escritores plasmar la vida de estos dos orgullos de Caborca.
Felicidades Nilda Alina y doña Adelina en su día