Urge preservar el patrimonio cultural

Caborca.

El cronista municipal ejemplificó el mal cuidado de Cerro Prieto por parte de la gente que vive en los alrededores.
Toda vez que somos unos ‘cochinones’ además de que vandalizamos o saqueamos nuestra  propia herencia histórico-cultural, urge hacer conciencia entre los caborquenses para que aprendamos a cuidar esos tesoros que paulatinamente van desapareciendo.
Así lo declaró en tono enfático y molesto el Cronista Municipal, José Jesús El Loco” Valenzuela Luna, refiriéndose principalmente a Cerro Prieto, el cual es un sitio arqueológico protegido por el INAH, pero que a pesar de las campañas de limpieza encabezadas por el Ayuntamiento u organizaciones sociales de la localidad, no es respetado como debiera ser.
Sentado en el borde de una jardinera, mientras inhalaba profundamente un cigarro, comentó que el cerro, así como el Templo Histórico de Pueblo Viejo y el Río Asunción, son los tres principales emblemas de Caborca y sin embargo Cerro Prieto, que fue la cuna de los primeros pobladores de Caborca, a pesar de que el Gobierno Federal, a través del INAH, cercó todo el perímetro, la gente, principalmente los vecinos de las colonias que viven alrededor, no lo cuidan y por el contrario lo ensucian y dañan los petroglifos que aún quedan, porque ya muchos de ellos han sido robados.
Valenzuela Luna expresó que el Ayuntamiento no puede contratar guardias exclusivamente para estar vigilando a toda esa gente cochina que va y tira basura en ese lugar o que daña los petroglifos.
Por eso es sumamente importante que sea la misma gente vecina del lugar que cuide su patrimonio y no estar atenida a que los demás ciudadanos vayan a limpiar; mucha gente no sabe, o no quiere saber qué Cerro Prieto fue el centro histórico de mayor concentración de indios nativos cuando llegó el Padre Kino a evangelizar esta región, toda vez que el río los abastecía de agua con la que podían realizar otras actividades para poder sobrevivir. Por eso y por muchas razones arqueológicas y antropológicas más, debemos ponernos las pilas, ‘chingao’, y cuidar estas riquezas que ya muchos municipios quisieran tener; hay que ser ‘cochis’ pero no tan trompudos”, refirió con su típico y acostumbrado lenguaje locuaz.