El Diario de SonoraAgua Prieta.
Su única hija se avergüenza de ella; su pareja y vecinos le ayudan con alimento y a bañarla.
Negada por la única hija que tiene, doña Virginia Vázquez Avilés ha sobrevivido al furioso ataque despiadado que le propinó un delincuente identificado como “El Tinaco”, de cuya golpiza ya no volvió a caminar y sobrevive de las acciones caritativas que le proporcionan sus vecinos y la humilde ayuda que le da el señor José Manuel Ruiz Cervantes, su pareja desde hace 20 años.
Hace 9 meses fue atacada por “El Tinaco”, dejándola desnuda, sangrante y sin poderse mover durante dos días y sus noches en el piso de su casa ubicada en calle 23, avenida 36 de la colonia Nuevo Progreso, hasta que fue rescatada por los vecinos.
A consecuencia de los golpes que recibió doña Virginia Vázquez, ya no volvió a caminar.
Durante el verano, fue atacada por las moscas de la podredumbre y ahora en el invierno ha logrado sobrevivir a las temperaturas congelantes, a la nieve, a las tempestades, poniéndole cartón y algunas ramas secas a la hornilla que se encuentra dentro de su casa, donde los vidrios de las ventanas están quebrados y por ellos se cuela el aire frio a todos los rincones.
Carece de una taza sanitaria y sus necesidades fisiológicas las realiza en la cama, debido a que ya no tiene el control de su esfínter anal y urinario a causa de la salvaje agresión que le dio “El Tinaco”.
Cuenta la vivienda con una sola llave de agua que se encuentra en el exterior y que por la edad de ambos les resulta difícil estarla acarreando para echarla al hoyo del drenaje abierto.
Además carece de luz eléctrica para alumbrarse durante las noches o instalar un calentón para abrigarse de las bajas temperaturas.
SU HIJA DE AVERGÜENZA DE SU MADRE
Doña Virginia Vázquez laboró por 22 años en 12 fábricas de la localidad, con cuyo ingreso sustentaba la manutención de su hija.
“Trabajé en Alfa, en sí, en Industrias APSON, en muchas fábricas y fue por 22 años y ahora no tengo ni seguro popular”, comentó mientras mostraba una herida en su vientre, a un lado del ombligo, evidencia del ataque contra su persona.
Con hermanos en Tucson y Phoenix, dijo que tiene una hija de nombre Susana Vázquez Avilés, quien vive en la cabecera del municipio de Fronteras y ninguno de ellos se ha ocupado de ir a visitarla o llevarle algo de ayuda.
“Ella jamás me visita, mi única hija no quiere saber de mi y es más, el día que sepultamos a mi padre Carlos Vázquez Romo, al regresar a la casa del panteón ella me negó delante de todos y principalmente de sus amistades”, expresó.
Por 21 años, ha permanecido junto a doña Virginia Vázquez el señor José Manuel Ruiz Cervantes, quien ya entrado en años, sale a buscar el sustento diario para su pareja.
“Trabajo en lo que sea, en lo que me den y a veces traigo lo 20 pesitos para su desayuno o a veces me va bien y consigo 50 pesos y con eso ya comemos en tres días”, dijo.
En una hornilla al fondo del patio, preparan sus alimentos con leña o madera que consiguen en las calles o entre la basura de los lotes baldíos.
EL DIF MUNICIPAL QUE SE FUE JAMÁS LES CUMPLIÓ
Don José Manuel Ruiz Cervantes, señaló de mentirosos a los funcionarios que estuvieron en DIF Municipal en la administración pasada, porque nada cumplieron de todo lo que les prometieron a él y doña Virginia Vázquez.
“Me dijeron que iba a poner una llave de agua adentro de la casa, un excusado, vidrios en las ventanas y una despensa al mes, pero nada de eso cumplieron los mentirosos”, señaló.
Sin atenerse a las promesas de los políticos, Don José Manuel Ruiz Cervantes, venciendo sus años, cansancio y enfermedad sale a diario a ganarse el sustento para alimentar a su compañera de la vida.
“No le hace que no nos hayan cumplido, mejor así para que nosotros y la gente que viene a visitarnos sepa que son un bola de políticos mentirosos”, destacó.
SU VECINA ADRIANA PIZANO
Con más de 20 años de conocerla, la señora Adriana Pizano Herrera, así como sus hijos Évelin Baltiérrez y Jesús Martín Nevárez, así como su esposo Oscar Ramírez, va a la casa de doña Virginia Vázquez para bañarla, cambiarla de ropa y cobijas, además de curarla de su herida en el vientre.
“Voy y la baño, la cambio de ropa, y así como yo le llevo comida, hay muchas personas más que también le llevan, hasta los cholos la ayudan porque siempre fue una mujer muy trabajadora que se valió por si sola para salir adelante trabajando”, explicó la señora Adriana Pizano Herrera.
Aunque su situación económica actual es precaria, de la comida que prepara para su familia le lleva a la señora Virginia y hace dos días su hija Évelin, pidió apoyo de un colchón y cobijas por redes sociales, respondiendo a este llamado solidario la titular de la cuenta de Facebook Diany Anaya.
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