La equinoterapia mejora calidad de vida en niños
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El Diario de SonoraAgua Prieta.
Sin apoyo, el maestro Florencio Díaz con su caballo “El Muchacho” imparte las terapias.
Apoyado en su vocación docente el profesor Florencio Díaz Fierro imparte terapias rehabilitadoras con su caballo “El Muchacho” un alazán rayado criollo trabaja con niños con alguna barrera para el aprendizaje.
Lo hace martes y jueves en el centro de Equinoterapia que construyó la administración anterior y que se encuentra en la lejanía de la colonia Nuevo Sonora.
“Es cierto está muy lejos del casco urbano pero más lejos está Nogales, Hermosillo o Ciudad Obregón para llevar a los niños a que reciban un tratamiento terapéutico”, comparó.
Por ello sostuvo que siempre solicitó una casa decomisada de grandes dimensiones en el casco urbano para que más niños pudieran asistir sin necesidad de tener dificultades para su transportación.
Como uno de los dos representantes del Centro de Recursos e Información para la Integración Educativa (CRIE) el cual prefiera que en lugar de integración se le llame inclusión, explicó que su tarea es vincular a la educación con los actores institucionales.
Comentó que lo primero que se requiere es un equipo de terapeutas que reciban su sueldo y estén de tiempo completo en este proyecto de Equinoterapia y poder tender a un mayor número de niños con alguna discapacidad.
“Veo que hay turnos para asistir a la delfinoterapia en Guaymas, gastos que tienen que sufragar los padres de familia, cuando aquí se podría tener el apoyo de DIF Municipal a través de sus terapeutas y ayudar a más niños aguapretenses y de la región, para que tengan una mejor calidad de vida pero hasta el momento no se ha logrado”, destacó.
Sostuvo el profesor Florencio Díaz, que eso no lo desanima en su proyecto de Equinoterapia, y a pesar de estar solo, continúa adelante.
“Yo quisiera poder atender a más niños, pero estoy solo y no me puedo comprometer a algo que no podré cumplir”, reiteró.
Aseveró que de contarse con un transporte y con un equipo interdisciplinario había más niños no solo especiales, que pudieran recibir los beneficios de la Equinoterapia.
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