El Diario de SonoraHermosillo.
Buscan conocer el contenido del interior, como son objetos depositados como ofrendas.
Especialistas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) realizaron estudios a tres fardos funerarios y el esqueleto de una mujer adulta, encontrados en la sierra alta de Sonora.
El arqueólogo responsable del Proyecto Sierra Alta de Sonora del INAH, Júpiter Martínez, explicó que se trata de estudios especializados de radiografía y tomografía computarizada para conocer el contenido del interior como son objetos depositados como ofrendas.
Asimismo, abundó, indagan para tener información relacionada con estado de salud, sexo, edad y afectaciones previas a la muerte, entre otros elementos, que aporten información a las investigaciones que se llevan actualmente en la región.
Los cuatro elementos mencionados forman parte de los más de 12 mil registros correspondientes al acervo osteológico del Centro INAH Sonora, los cuales fueron recuperados por excavación sistemática y que llevan un seguimiento en materia de investigación.
Martínez explicó que un fardo funerario es un bulto conformado por piezas textiles que envuelven a una o varias personas, en ocasiones se detectan con ofrendas de cerámica, cestería, textil o alimento.
Son depositados en tumbas, cestas o directamente en la tierra, abundó, según las tradiciones de las culturas prehispánicas de México.
Durante las temporadas de campo 2009 y 2010 se realizaron excavaciones en una casa en acantilado donde se detectaron dichos bultos funerarios y su análisis se había limitado a su contexto y asociación.
Asimismo, se fechó uno de los individuos por la técnica de radiocarbono, lo cual permitió establecer un rango temporal para el momento de su inhumación así como su asociación cultural, tres de ellas específicamente de la cultura Casas Grandes, anotó.
De primera mano se nombraron como “Oqui Ochoa”, “Juanita”, “Bana” y “Juri” que corresponden a una mujer adulta joven, una niña de entre tres y cuatro años, un neonato y una mujer adulta mayor, respectivamente.
Con el uso de la tomografía computada fue posible identificar la presencia de adornos fabricados en concha, cerámica, un olote, entre los artefactos identificados preliminarmente.
Por su parte, la antropóloga física, Patricia Hernández Espinoza, explicó que estos estudios permitirán confirmar algunas características físicas de los individuos, su estado de nutrición y de salud.
Consideró que con ello podrán aportar información importante sobre los padecimientos presentes de los grupos humanos previos a la llegada de los españoles.
“La importancia de la realización de estos estudios de manera local, recae por un lado en que se aportan nuevos datos sobre la población que habitó la sierra alta de Sonora en el periodo mencionado, sus costumbres funerarias y rituales mortuorios, así como su posible causa de muerte”, anotó.
Apenas inicia la etapa de los análisis de los resultados obtenidos con la tomografía y rayos X, en tanto que se continuará con una revisión más exhaustiva de las imágenes Cuya interpretación mejorará el entendimiento de los grupos serranos prehispánicos de Sonora.
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