El calor extremo del desierto de Arizona cobró la vida de un niño de 9 años, Cortínez Logan, que recién se había mudado a la región desde Missouri. El incidente ocurrió el mes pasado, durante una excursión familiar al sendero de South Mountain, donde las temperaturas alcanzaron los 113 grados Fahrenheit.
El informe de la Oficina del Médico Forense del condado Maricopa detalla el trágico suceso. Señala que Logan colapsó después de varias horas de senderismo con su familia. Los equipos de rescate encontraron al niño sin pulso, con quemaduras de primer y segundo grado en manos y pies.
Aunque la temperatura del aire esté a 100 grados Fahrenheit, la superficie del suelo puede alcanzar los 140 o 150 grados, causando heridas más graves, explicó Crispín Chavira, vocero y paramédico del Departamento de Bomberos de Phoenix.
Los investigadores determinaron que Logan no estaba aclimatado al clima desértico, ya que la familia había llegado a Arizona apenas un día antes del incidente. La muerte fue catalogada como accidental, descartando cualquier acto sospechoso.
El Departamento de Bomberos de Phoenix ha reportado un aumento en las lesiones por calor durante las excursiones este año. Ante esta situación, recomiendan tomar las siguientes precauciones:
- Beber abundante agua en los días previos a la excursión para prevenir la deshidratación.
- Vestir ropa de colores claros para evitar que el cuerpo absorba exceso de calor.
- Evitar las actividades al aire libre entre las 10 a.m. y las 4 p.m., las horas de mayor radiación solar.
- Llevar suficiente agua para hidratarse durante la actividad. Se recomienda un litro por hora por persona.