Las sombras de la controversia se ciernen sobre Casa Alitas, uno de los albergues para migrantes más reconocidos de Arizona. El congresista republicano Juan Ciscomani ha pedido una investigación exhaustiva sobre el posible uso indebido de fondos federales por parte de la Oficina de Servicios Católicos del Sur de Arizona (CCS), entidad responsable del refugio.
Ciscomani, representante a la Cámara por Arizona, envió una carta al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) solicitando una investigación profunda. Su preocupación se centra en los 22 millones de dólares en fondos federales que el condado Pima ha recibido en el actual año fiscal 2024 para atender las necesidades de los migrantes, fondos que, en gran medida, han sido destinados a Casa Alitas.
Estas acusaciones de corrupción y el mal uso de fondos de los contribuyentes deben ser investigadas, pido una profunda y amplia investigación sobre las operaciones y el uso de fondos por parte de Casa Alitas, declaró Ciscomani en un comunicado de prensa.Las acusaciones surgieron a raíz de reportes en medios de comunicación de Arizona que apuntaban a un posible caso de malversación de fondos y conflicto de intereses por un total de 200 mil dólares.
El administrador del condado Pima, Jan Lesher, confirmó que en mayo pasado CCS detectó un conflicto de intereses con uno de los contratistas del albergue. La investigación reveló que el entonces director de Casa Alitas, Diego Piña, otorgó un contrato a una lavandería propiedad de su madre, cobrando el doble por los servicios en comparación con otros negocios similares.
CCS informó haber detectado un conflicto de intereses con uno de los contratistas del albergue. – Jan Lesher, administrador del condado Pima.Piña fue despedido y el condado asegura que CCS no ha encontrado ninguna otra violación al uso de fondos.
Casa Alitas, un albergue de voluntarios fundado en 2014 para atender a migrantes indocumentados, ha crecido significativamente con el aumento del flujo migratorio en la frontera con México. Su modelo operativo ha servido de inspiración para el establecimiento de albergues similares en otros estados fronterizos.
A pesar de la controversia, Casa Alitas continúa operando, aunque con programas reducidos. Actualmente, solo asiste a mujeres y familias que cruzan la frontera, y CCS ya no está a cargo del programa de asistencia a migrantes en el condado Pima.