Recientes eventos en la Universidad del Norte de Arizona (NAU) han alarmado a estudiantes y padres después de que varios alumnos iniciaran tratamiento por rabia tras el descubrimiento de murciélagos en su residencia. El dormitorio Mountain View, donde se encontraron los murciélagos, se convirtió en el centro de un susto de salud, lo que llevó a los funcionarios del campus a tomar medidas inmediatas. Un portavoz de NAU confirmó que algunos estudiantes recibieron tratamiento basado en evaluaciones de exposición realizadas en colaboración con los Servicios de Salud y Humanos del Condado de Coconino (CCHHS).
La situación escaló rápidamente, y todos los estudiantes que residían en el dormitorio Mountain View fueron reubicados fuera del campus. El movimiento repentino, que coincidió con los exámenes parciales, causó una interrupción significativa para muchos estudiantes. Algunos se encontraron viviendo con nuevos compañeros de cuarto, lo que generó preocupaciones sobre la compatibilidad y las condiciones de vida. El padre de un estudiante, Matt Allison, expresó su frustración por la falta de comunicación clara por parte de la universidad, destacando la naturaleza caótica de las notificaciones recibidas por padres y estudiantes durante esta crisis.
En un giro humorístico pero preocupante, Allison relató su visita al dormitorio de su hijo, donde vio un murciélago colgando del techo. Llamó al murciélago "Bruce", en honor al famoso personaje de Batman. A pesar de la nomenclatura ligera, el incidente revela una grave falta de atención en la gestión de la vida silvestre en el campus. Se informó que los estudiantes habían observado murciélagos en el dormitorio durante semanas antes de ser evacuados, lo que llevó a muchos a cuestionar por qué la situación no se abordó antes.
La reubicación abrupta de los estudiantes no solo ha causado desafíos logísticos, sino también financieros. Las familias están luchando por obtener reembolsos por los gastos incurridos, como permisos de estacionamiento y planes de comidas. Allison señaló la ironía de que los estudiantes pagaran $700 por un estacionamiento que ya no necesitan debido a su repentina mudanza. En contraste, la universidad afirma que ha comunicado de manera efectiva los procesos de reembolso y ha ofrecido apoyo a los estudiantes afectados durante la reubicación.
Mientras algunos estudiantes lograron conseguir apartamentos con habitaciones privadas, otros, como el estudiante de segundo año Julian Herrera, se encontraron compartiendo espacio con personas mayores, lo que ha introducido un elemento de incomodidad. Herrera comentó sobre la rareza de vivir con alguien significativamente mayor y no con otro estudiante. Esto plantea más preguntas sobre el proceso de toma de decisiones de la universidad al ubicar a los estudiantes con nuevos compañeros de cuarto sin realizar verificaciones de antecedentes.
Sumando a las preocupaciones, los padres temen los riesgos para la salud asociados con la exposición prolongada a los murciélagos. Los excrementos de murciélago pueden albergar esporas que causan enfermedades respiratorias, lo que agrava la ansiedad en torno a la exposición a la rabia. A pesar de la afirmación de la universidad de que solo fueron notificados del murciélago capturado a principios de septiembre, algunos padres siguen siendo escépticos, sugiriendo que se pasaron por alto problemas anteriores con los murciélagos.