La mañana en Tucson comenzó con un inusual embotellamiento en la Interestatal 10. Los automovilistas que se dirigían hacia el norte o el sur se encontraron con un inesperado cierre de la autopista, generando confusión y molestia entre los viajeros.
El Departamento de Seguridad Pública de Arizona, en una maniobra poco usual, se unió a la policía de Phoenix para llevar a cabo una investigación en la zona.
La situación comenzó a tomar forma cuando se supo que el foco de atención se ubicaba en el kilómetro 246 de la I-10, un tramo entre Tucson y Marana. Las autoridades no dieron a conocer detalles específicos sobre el motivo del cierre, pero la información inicial sugería que la investigación podría estar relacionada con un incidente ocurrido más al sureste del Valle, cerca del kilómetro 158, entre las carreteras Elliot y Warner.
La I-10, una arteria vital para el transporte en Arizona, se vio completamente interrumpida en ambas direcciones. Las autoridades recomendaron a la población evitar la zona y buscar rutas alternativas, ya que se esperaba que el cierre se prolongara por un tiempo considerable.