Las autoridades han confirmado la identidad de cuatro de las víctimas: Spencer Lindahl, de 43 años, Rustin Randall, de 48, Drew Kimball, de 44, y su hijo Graham, de 12 años. Un reporte preliminar de un medio local indica que el avión, un Honda HA-420, intentó abortar el despegue antes de impactar contra la valla del aeropuerto y chocar con un vehículo en Greenfield Road.
El impacto desencadenó una vorágine de fuego y humo, dejando en shock a los habitantes de la zona. "Se escuchó un chirrido de metal, pero al principio no le di importancia. Luego pensé, 'un momento'", recuerda Keith Small, un mecánico del hangar que presenció la tragedia. "Me di la vuelta y vi tierra en el extremo de la pista. En cuanto llegué a la esquina, ¡boom! El avión explotó. Explotó un par de veces, tres veces".
El piloto, identificado como Rustin Randall, y su grupo se dirigían hacia Provo, Utah. Un sobreviviente, quien permaneció hospitalizado con quemaduras, era el único tripulante que logró salir con vida del avión. El conductor del vehículo también perdió la vida en el accidente.
Las autoridades han confirmado que la investigación continúa y que la NTSB examinará el avión en un lugar seguro. Se espera que un reporte preliminar sea publicado en 30 días, mientras que un reporte final se publicará en 12 a 24 meses.