El fenómeno de drones en Estados Unidos desata preocupaciones en Arizona sobre seguridad aérea
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Nicol Matuz ScottPero sí de un efecto dominó generado por los recientes eventos en el noreste de Estados Unidos.
La reciente aparición de drones desconocidos en el cielo del noreste estadounidense ha reavivado el interés, a nivel mundial, en fenómenos aéreos no identificados. Y Arizona, con su rica historia en este campo, no se queda atrás. Recordemos "Las Luces de Phoenix" de 1997, un evento masivo que generó una enorme controversia y que sigue siendo un tema candente entre ufólogos y escépticos por igual.
Shane Hurd, Director Asistente de Arizona MUFON (Mutual UFO Network), una organización que investiga avistamientos de ovnis desde 1969. Hurd, con cientos de casos investigados en el Valle del Sol, ofrece su perspectiva experta: “Como investigador, debo mantenerme imparcial. Personalmente, en mis investigaciones de los últimos 7 u 8 años, aproximadamente el 90% de los casos son identificables, y el 10% restante permanece desconocido.”
La situación se complica aún más con un tema de actualidad mucho menos misterioso: el uso irresponsable de drones. El fácil acceso a estos aparatos ha provocado un aumento significativo en incidentes en espacios aéreos restringidos. Según datos de la Administración Federal de Aviación (FAA), se han reportado 99 casos de vuelos de drones no autorizados en Arizona. Esto no es un juego, las consecuencias de volar un dron en zonas restringidas incluyen multas e incluso prisión.
El Profesor Mike Canada de la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle, alerta sobre los peligros: “Mi principal preocupación son los aficionados que, intencional o involuntariamente, vuelan demasiado cerca de aviones, helicópteros, aeropuertos y bases militares. Las áreas con mucho tráfico aéreo son las más peligrosas. La torre de control debe conocer la ubicación de todas las aeronaves para garantizar la seguridad de todos.”
Así, mientras el misterio de los drones en el noreste sigue sin resolverse, Arizona enfrenta su propia batalla en los cielos, una lucha menos extraterrestre, pero igual de importante: la regulación del espacio aéreo y la seguridad en la era de los drones.
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