Destapan red de corrupción con militares y empresarios por contrabando de diésel

La Fiscalía General de la República detalló que la organización utilizaba permisos temporales para importar combustible declarándolo como mercancía no gravable. Luego, el producto se canalizaba a gasolineras y flotillas a precios "por debajo del mercado", según confirmó la propia Presidencia. Entre los detenidos destacan:
El caso tomó un giro oscuro cuando encontraron sin vida al capitán Abraham Jeremías Pérez Ramírez, señalado en la pesquisa, en instalaciones portuarias de Altamira. Su deceso ocurrió apenas un día después de que se anunciaran las primeras detenciones.
En lo político, la oposición exigió ampliar las pesquisas hacia el sexenio anterior. "¿Dónde quedó el discurso de que la corrupción se había acabado?", cuestionó el senador Manuel Añorve del PRI, en referencia a las declaraciones de López Obrador sobre el combate al huachicol. Mientras, el gobierno actual aseguró que no habrá impunidad, aunque dos de los presuntos líderes de la red —el hermano del vicealmirante y un operador clave— siguen prófugos.
La Marina, por su parte, anunció que fortaleció sus controles internos, aunque el daño a su imagen ya estaba hecho. Lo que parecía un operativo más contra el contrabando de combustibles terminó exhibiendo cómo el crimen se infiltra incluso en las instituciones más blindadas.