Aunque la noticia se centra en un acto aparentemente menor, las repercusiones van mucho más allá de una simple travesura. La investigación, llevada a cabo por la policía de Mesa en conjunto con el Departamento de Policía de Tempe, se enfocó en un video que circuló brevemente en internet. En él, se observa a Charles Smith, de 27 años, realizando acciones que causaron alarma entre la comunidad.
El video muestra a Smith, presuntamente, rociando insecticida Hot Shot Ultra Bed Bug and Flea Killer sobre diversos productos frescos, incluyendo frutas, verduras y pollos asados. Este acto, lejos de ser una broma inocente, como alegó posteriormente el propio Smith, tuvo consecuencias concretas.
Ante la gravedad de la situación, Walmart actuó con rapidez. Un portavoz de la empresa confirmó que "todos los productos directamente afectados fueron retirados y el área fue limpiada y desinfectada a fondo." Esta medida minimizó el riesgo para los consumidores, pero el daño a la imagen de la tienda y la indignación pública ya estaba causada.
Smith fue arrestado el sábado. Durante su interrogatorio, admitió su participación en los hechos. Ahora, enfrenta cargos por:
- Presentación del veneno (delito grave de clase 6)
- Daños criminales (delito menor de clase 1)
- Poner en peligro a alguien (delito menor de clase 1)
- Robo (delito menor de clase 1)
La motivación detrás del acto, según las declaraciones de Smith a la policía, sería la búsqueda de popularidad y ganancias monetarias a través de su personaje online de "troll". Se estima que obtenía entre 6.000 y 10.000 dólares mensuales con este tipo de contenidos. La indignación de la ciudadanía se hizo eco en comentarios como el de Alysia Iverson, quien expresó su descontento: “Las bromas deberían ser realmente divertidas. Si en el proceso se lastima a otros, ¿por qué lo harías?”
El caso de Smith genera un debate sobre el impacto de las redes sociales y la búsqueda de viralidad a cualquier costo. La opinión de Xavier Griego, cliente de Walmart, refleja la preocupación generalizada: "Creo que las redes sociales han hecho que la gente haga locuras... Es lamentable que alguien arruine toda su vida, potencialmente, por algo en las redes sociales para obtener visitas".
Más allá del impacto económico y la sanción legal, el incidente deja una marca en la percepción de la seguridad alimentaria y la responsabilidad individual en el mundo digital.