Recientemente, en San Luis, Río Colorado, Sonora, la colaboración entre autoridades mexicanas y la CBP (Customs and Border Protection) de Estados Unidos dio como resultado un hallazgo significativo. El descubrimiento, realizado gracias al uso estratégico de drones, ha desatado una investigación de alta prioridad.
El uso de drones equipados con tecnología de detección avanzada permitió localizar la boca de un túnel, justo al sur del muro fronterizo. Se trata de una estructura subterránea que, según las autoridades mexicanas, se encontraba en sus etapas iniciales de construcción. De confirmarse su propósito, se convertiría en el tercer "narcotúnel" descubierto en la zona cercana a Yuma, Arizona, en este año.
"Es una muestra clara de la sofisticación que están alcanzando los grupos del crimen organizado," comentó un alto funcionario mexicano, que prefirió mantenerse en el anonimato. La ubicación estratégica, cercana a Yuma, una zona de alta actividad de contrabando, sugiere una ruta previamente planeada para el transporte de mercancías ilícitas.
Las autoridades mexicanas están investigando a fondo, recabando evidencia y analizando la infraestructura del túnel para identificar a los responsables. La investigación busca desmantelar las redes criminales involucradas y, de ser posible, establecer vínculos con organizaciones conocidas, como el Cártel de Sinaloa, mencionado en el reporte de amenaza de drogas 2024 de la DEA por su uso de túneles similares.
El caso destaca la necesidad de una continua colaboración internacional y el uso innovador de tecnología para contrarrestar las tácticas en constante evolución del crimen organizado. La información precisa sobre el diseño, la extensión y las posibles conexiones del túnel aún está bajo investigación.
Mientras tanto, la CBP de Yuma ha declarado que, si bien colaboran estrechamente con sus contrapartes mexicanas, no tienen información específica sobre este túnel en particular. Se espera que las investigaciones arrojen más luz sobre este caso en los próximos días.