El nombre de Arturo Laguna Camas, pastor de la Casa de Adoración en el oeste de Phoenix, una congregación con aproximadamente 100 fieles, ha llegado a los titulares recientemente. No por un sermón memorable, ni por un acto de caridad excepcional, sino por acusaciones mucho más graves.
Laguna Camas, quien el año pasado ofreció una entrevista a la Associated Press donde reflexionaba sobre "la difícil decisión de los votantes latinos entre su fe y la dura retórica anti-inmigración durante el ciclo electoral," ahora enfrenta cargos por voyeurismo. Se trata de varios delitos graves de clase 5, según la ley de Arizona, relacionados con la invasión de la privacidad mediante grabaciones o fotografías sin consentimiento con fines sexuales.
Estas acusaciones conllevan una pena que podría oscilar entre unos meses y un par de años de prisión, dependiendo de las circunstancias. La fiscalía basa su caso en hechos ocurridos durante el mes de octubre, lo que llevó a su arresto a principios de noviembre. Laguna Camas ya tuvo su comparecencia inicial y está citado para una conferencia pre-juicio inicial el próximo miércoles.
Las autoridades se mantienen herméticas sobre los detalles específicos del caso, limitándose a confirmar la acusación y las fechas clave. El equipo de Arizona’s Family visitó la Casa de Adoración el viernes, pero no encontraron a nadie en el interior del recinto. Mientras tanto, la comunidad se pregunta qué desencadenó esta situación, un misterio que solo el transcurso del proceso judicial podrá resolver.
El contraste entre su perfil público, un líder religioso abordando temas sociales relevantes, y la naturaleza de los cargos presentados, deja una profunda incertidumbre. El desarrollo de este caso está siendo observado de cerca, no solo por los fieles de su iglesia, sino por la comunidad en general.