Nueva ley presupuestaria traerá recortes fiscales, pero afectará beneficios en Arizona

La aprobación de la ley presupuestaria conocida como “Big Beautiful Bill” por parte de la Cámara de Representantes, a un día de la fecha límite autoimpuesta por el presidente Donald Trump, traerá importantes recortes fiscales a los contribuyentes, pero también reducirá significativamente los fondos destinados a Medicaid y asistencia alimentaria. La firma del proyecto por parte del presidente está prevista para este viernes, cumpliendo así una de sus principales promesas de campaña.
El paquete contempla $4.5 billones de dólares en recortes fiscales, extendiendo las reducciones tributarias iniciadas en 2017. Para compensar ese costo, el Congreso recortó $1.2 billones de programas sociales clave. Esto impactará a millones de personas en todo el país, especialmente a quienes dependen del seguro médico estatal y del programa de asistencia alimentaria SNAP. En Arizona, más de 370,000 personas podrían perder su cobertura médica, según estimaciones de la organización no partidista KFF.
En cuanto a los beneficios fiscales, se prevé que un trabajador con salario mínimo en Phoenix, como un conserje que gana $32,000 al año, reciba una reducción del 9.5%, es decir, más de \$3,000. Los docentes, por su parte, obtendrían un ahorro promedio de $2,700, mientras que personas con ingresos más altos, como el alcalde de Phoenix o figuras del deporte, también verían reducciones proporcionales. La ley también elimina impuestos sobre propinas y horas extras, e introduce un alivio fiscal de $6,000 para adultos mayores que ganen menos de $75,000.
A pesar de sus beneficios fiscales, el proyecto ha generado controversia, especialmente por las nuevas condiciones que exigirán a ciertos beneficiarios de Medicaid trabajar al menos 80 horas al mes. Representantes demócratas de Arizona, como Greg Stanton, advierten sobre el impacto humano de estos recortes: “Muchas familias que dependen de estos programas se verán afectadas sin previo aviso.” Aunque los recortes a Medicaid y SNAP no entrarán en vigor hasta después de las elecciones legislativas de 2026, sus efectos podrían sentirse a largo plazo en las comunidades más vulnerables del estado.