Exagente y su esposa enfrentan cargos por muerte de su hija de 7 años en Phoenix, Arizona

Según documentos judiciales a los que se tuvo acceso, Sanaa Cunningham fue ingresada de urgencia en febrero de 2017 con síntomas graves que los médicos atribuyeron inicialmente a una infección generalizada. Sin embargo, lo que parecía un trágico desenlace médico pronto tomó otro rumbo cuando las autoridades descubrieron patrones alarmantes en el historial familiar.
"Los mensajes recuperados de sus dispositivos muestran una dinámica familiar perturbadora", declaró el fiscal durante la audiencia inicial. Entre las pruebas presentadas destacan:
Mientras la defensa argumenta que se trata de un trágico accidente y no de negligencia premeditada, los fiscales presentaron registros escolares que muestran más de 30 ausencias injustificadas en el último año de vida de la niña. El jurado deberá decidir si estos patrones constituyen evidencia suficiente para condenar a los acusados.
El caso ha reabierto el debate sobre los protocolos de protección infantil en Arizona, particularmente cuando los presuntos responsables pertenecen a cuerpos de seguridad. Expertos consultados señalan que la sepsis no tratada puede causar daños visibles días antes del desenlace fatal, un detalle que podría ser clave en el veredicto final.