Según reportes del Departamento de Policía de Tucson, el detonante fue el comportamiento errático de un automóvil con placas de Arizona. Al intentar interrogarlo, el ocupante del asiento delantero "emprendió la huida a pie, ignorando múltiples órdenes de alto", detalló un vocero oficial. La persecución —breve pero intensa— culminó con la captura del individuo, identificado como Jesús Manuel Ríos, de 32 años y con antecedentes penales en tres estados.
El registro posterior al vehículo dejó al descubierto:
- 1,278 pastillas de fentanilo, suficientes para causar cientos de sobredosis letales
- 7.4 gramos de metanfetamina cristalina con un 98% de pureza
- Tres armas cortas, dos de ellas con seriales limpiados
- Documentación falsa y $3,200 dólares en efectivo
Este incidente ocurre en medio del repunte de decomisos en la frontera Arizona-Sonora, donde las autoridades han interceptado un 47% más de fentanilo que en el mismo periodo de 2024. La DEA atribuye el flujo a nuevas tácticas de camuflaje, incluyendo el uso de vehículos con compartimentos ocultos y corredores urbanos.
Mientras Ríos espera su audiencia inicial en la cárcel Pima County, agentes federales rastrean el origen del cargamento y posibles cómplices. Las calles aledañas a Magnolia Avenue permanecen bajo vigilancia reforzada, en lo que los vecinos describen como "una calma tensa que huele a pólvora y desconfianza".
