Gobernadora Hobbs inicia batalla por reelección en Arizona

"No voy a dar por sentado ni un solo voto", declaró Hobbs, reconociendo la complejidad de un escenario donde la polarización sigue siendo moneda corriente. La gobernadora, quien llegó al poder en 2023 tras una ajustada victoria contra la republicana Kari Lake, enfrentará ahora a figuras respaldadas por el presidente Donald Trump en una elección que podría redefinir el mapa del suroeste.
Los nombres que suenan fuerte en la oposición:
El tema migratorio no quedó fuera. La mandataria defendió su enfoque contra el tráfico de fentanilo —que incluso le valió elogios de la secretaria de Seguridad Nacional Kristi Noem— pero rechazó con firmeza las redadas masivas. "Hay que enfocarse en quienes realmente amenazan la seguridad", sostuvo, recordando su veto a una ley que obligaba a autoridades locales a colaborar con la deportación indiscriminada.
En medio de una legislatura estatal dominada por republicanos, Hobbs admitió obstáculos para avanzar sus iniciativas, especialmente en educación. El programa de vales escolares, bandera de la derecha, sigue siendo punto de fricción. "Los arizonenses merecen transparencia y yo seguiré peleando por eso", prometió, aunque sin detallar cómo sorteará la oposición legislativa.
Entre logros, destacó acuerdos en políticas hídricas —cruciales para un estado golpeado por sequías— y mejoras al estadio de los Diamondbacks. Pero reconocer esos avances no borra el reto que tiene frente a sí: convencer a un electorado dividido de que cuatro años más bajo su mando valdrán la pena.