Sin embargo, un estudio reciente de la Universidad Estatal de Washington ha revelado un lado menos positivo de esta tecnología.
El estudio, realizado con 1,000 adultos, exploró la relación entre la divulgación del uso de la IA y el comportamiento del consumidor. Los resultados mostraron que mencionar la IA en las descripciones de productos, especialmente productos de alto costo como televisores y smartphones, tuvo un impacto negativo en la percepción del consumidor. Los investigadores encontraron que el uso del término "IA" tendió a reducir la confianza emocional de los consumidores, lo que a su vez afectó su intención de compra.
Este hallazgo se extendió a ocho categorías diferentes de productos y servicios, incluyendo productos de bajo riesgo como aspiradoras y robots de servicio. Los consumidores mostraron una mayor inclinación hacia aquellos productos que no mencionaban la IA.
Mesut Cicek, autor principal del estudio, señaló que las empresas deberían ser cautelosas con la forma en que presentan la IA en sus descripciones de productos. En lugar de enfatizar el término "IA", deberían enfocarse en destacar las características y beneficios específicos de sus productos.
Estos hallazgos coinciden con otra encuesta que reveló que el 84% de aproximadamente 22,000 participantes no estarían dispuestos a pagar más por hardware que incluya capacidades y características de IA.
A pesar de estos resultados, la IA continúa integrándose en una gran cantidad de productos y servicios. Los procesadores con núcleos dedicados, computadoras con Windows equipadas con Copilot+PC y diversas aplicaciones y servicios son ejemplos de esta tendencia. Además, la IA está encontrando aplicación en industrias como el cine, con empresas como Runway utilizando la IA para producir películas y videos musicales.