Se creía que el pez gigante, un verdadero coloso de hasta 4 pies de largo, se había extinguido. Su última aparición confirmada fue en 2005. La noticia de su reaparición, tres veces en los últimos años, sacudió al mundo científico. ¿Cómo fue que este pez, considerado un fantasma del Mekong, resurgió de las profundidades?
La clave estuvo en la colaboración. Investigadores del Instituto de Investigación y Desarrollo de Pesca Interior en Phnom Penh, Camboya, lograron establecer una conexión con las comunidades de pescadores locales. Estos pescadores, que conviven con el río día a día, fueron los que reportaron los avistamientos.
"Estaba realmente sorprendido y emocionado de ver al pez real por primera vez", comentó Bunyeth Chan, investigador de la Universidad Svay Rieng en Camboya.
Los científicos se entusiasman con la noticia, pero también recuerdan que este pez es un símbolo de la amenaza que enfrenta el Mekong. La contaminación industrial, la pesca excesiva y las presas construidas a lo largo del río ponen en peligro la supervivencia de numerosas especies migratorias.
"Más de 700 presas están construidas a lo largo del río y sus afluentes, y hay muy pocos "pasajes para peces" funcionales para ayudar a las especies a navegar los obstáculos", explicó Brian Eyler, director del Programa de Asia Sudoriental en el Centro Stimson en Washington.
La esperanza reside en la cooperación con las comunidades locales en Tailandia y Laos. Los investigadores esperan confirmar si el pez gigante aún habita en otras partes del Mekong. Su futuro, y el del río mismo, depende de la acción conjunta para proteger este tesoro de la naturaleza.