La investigación, publicada en la revista PNAS, sugiere que la extinción masiva al final del Triásico, que eliminó tres cuartas partes de todas las especies de vida en la Tierra hace más de 200 millones de años, no fue causada por un calentamiento global, sino por un repentino y devastador enfriamiento.
Las erupciones volcánicas, mucho más rápidas de lo que se pensaba
El equipo de investigación, liderado por Dennis Kent, descubrió que las erupciones volcánicas que liberaron toneladas de dióxido de carbono y sulfatos en la atmósfera no se extendieron por cientos de miles de años, como se creía anteriormente. Los datos revelan que estas erupciones fueron mucho más rápidas, concentrándose en tan solo unas décadas.
Sulfatos y un invierno volcánico global
Los sulfatos liberados por estas erupciones volcánicas tienen la capacidad de reflejar la luz solar, provocando un enfriamiento global. El estudio sugiere que las erupciones liberaron una cantidad tan grande de sulfatos que bloquearon gran parte de la luz solar, sumergiendo al planeta en un "invierno volcánico" que duró varios años.
La era de los dinosaurios, producto del frío
La evidencia apunta a que estos inviernos volcánicos fueron devastadores para la vida en la Tierra, lo que abrió la puerta a la expansión de los dinosaurios, que pudieron sobrevivir a este periodo de frío extremo.
Un giro inesperado en la historia de la vida
Este hallazgo representa un giro inesperado en la comprensión de la historia de la vida en la Tierra. El estudio nos recuerda que el clima puede cambiar rápidamente y que los eventos volcánicos pueden tener consecuencias globales mucho más rápidas de lo que se pensaba.