Esta inversión valora la empresa en un rango de $200 millones a $300 millones, lo que refleja la creciente confianza en el potencial de la startup para abordar la escasez de chips diseñados para manejar cargas de trabajo de IA.
MatX fue cofundada por Mike Gunter y Reiner Pope, ambos ex empleados de Google que trabajaron en el diseño de unidades de procesamiento de tensores (TPUs), los chips de IA de la empresa. Su objetivo es desarrollar chips que puedan manejar cargas de trabajo de IA de gran escala, con un enfoque en modelos de lenguaje grande que requieren al menos 7 mil millones de parámetros activados.
Según la página web de MatX, sus chips ofrecen un alto rendimiento a precios más asequibles, lo que los hace atractivos para empresas que buscan escalar sus operaciones de IA. La startup también destaca su avanzado interconect, que permite una comunicación eficiente entre los chips y facilita la escalabilidad a grandes clusters.
La meta de MatX es hacer que sus procesadores sean diez veces mejores que los GPUs de NVIDIA para entrenar modelos de lenguaje grande y entregar resultados. Esta ambiciosa meta refleja la confianza de la empresa en su tecnología y su potencial para revolucionar el campo de la IA.
La ronda de financiamiento Serie A de MatX es solo el comienzo de una nueva etapa de crecimiento para la empresa. Con la inversión de Spark Capital y otros inversores, MatX está bien posicionada para aprovechar la creciente demanda de chips especializados en IA y establecerse como un líder en el mercado.